El ascenso a la máxima categoría está al rojo vivo en una Segunda división a la que solo resta una jornada y en la que no hay ningún equipo que haya certificado todavía el pase directo a la élite. El Levante logró tirar de épica en un último partido en el que Iborra terminó llorando y pidiendo perdón a la afición por un error que pudo haber limitado las opciones del conjunto granota. Pero al final, ante el Villarreal B lograron una valiosa victoria que los mantiene aún vivo por acceder a uno de los dos puestos que otorgan el pase directo a Primera división. También tienen posibilidades de ascender mediante el playoff, pero en el Ciutat de València se aferran al milagro de ascender por la vía corta. Lo ha explicado su propio entrenador, Javi Calleja.
Este sábado el Levante recibe al Real Oviedo y si quiere tener la oportunidad de ascender de forma directa, lo primero que necesitan es una victoria. Es obligatorio ganar esa ‘final’. Después de eso, necesitan que se cumpla una de dos combinaciones: que el Granada caiga derrotado ante el Leganés o, bien, un empate a cero goles entre Las Palmas y Alavés. Pero en caso de ese empate, el Levante tiene que lograr una goleada de más de cinco goles a los ovetenses. De todas formas, pase lo que pase, el Levante tiene que ganar para asegurarse una tercera plaza que le otorgaría el factor campo a favor en playoff y, en caso de empate, en alguna de las eliminatorias le daría como vencedor.
Así, sólo vale ganar y eso es lo que quiere lograr Javi Calleja el próximo domingo. En la rueda de prensa previa al partido, además, se ha mostrado muy optimista. “La fe es lo último que se pierde”, dijo. Él confía en una derrota del Granada contra el Leganés y en la victoria de los suyos. “La fe es lo último que vamos a perder. Hay que ganar y luego esperar a ver qué pasa en el resto de encuentros”, comenzó. “Yo confío en que gane el Leganés en Granada, son profesionales y no se van a dejar ir ni mucho menos”, continuó.
Le preguntaron sobre si había planificado su futuro confiando en ascender este sábado y su respuesta fue la siguiente: “Mi hermano tuvo una hija hace un poquito, tiene el bautizo en unos días y confío en poder ir”. Reconoce que el ascenso directo “no es fácil” y que estarán “pendientes” de lo que suceda en el resto de encuentros. El equipo no debe precipitarse por que una victoria por más de seis goles ante el Oviedo, unido a un empate del Alavés en Las Palmas, también les daría ascenso directo: “Antes de marcar seis hay que marcar primero uno y así uno tras otro hasta alcanzar el mayor número de goles posible. Tendremos enfrente un rival que es el que mejor ha acabado la temporada y que ya ha demostrado que es difícil ganarle”, dijo.
Sobre el rival aseguró que se espera “un Real Oviedo muy rocoso” que intentará “ganar”. También dijo que no ascender al final de temporada supondría que han “fallado”. Y destacó lo importante que es ganar para garantizar la tercera plaza, en caso de que el ascenso directo no pudiera darse. “Es importantísimo ganar, por todo. Primero por agotar hasta el final la opción de ascenso directo, después porque acabar tercero te da ciertas ventajas para el playoff”.