Álex Martín4 min lecturaEl Real Valladolid está cada vez más hundido en LaLiga EA Sports. A pesar de que dejó una buena imagen ante la Real Sociedad, el cuadro dirigido por Álvaro Rubio no levanta cabeza en el campeonato doméstico. Cada vez más lejos de la penúltima posición, los pucelanos se encuentran en una situación de lo más delicada y que se empieza a encaminar al tan temido descenso a LaLiga Hypermotion. A pesar del esfuerzo de futbolistas como Raúl Moro, quien ya se emocionó en Mestalla, la entidad propiedad de Ronaldo se acerca cada vez más al abismo.
Desde luego, no está siendo una temporada nada sencilla para un Valladolid que ya ha contado con tres entrenadores. Está siendo un curso lleno de altibajos y muchas sombras para un club que apenas tiene opciones de conseguir la permanencia en la máxima categoría de nuestro fútbol. Por si todo esto fuera poco, en el choque ante la Real Sociedad, la entidad que suele disputar sus encuentros en el José Zorrilla se pudo llevar un disgusto que, de haberse producido, habría supuesto un auténtico terremoto.
Tal y como apunta As, el Real Valladolid, en el duelo ante los de Imanol Alguacil, pudo incurrir en alineación indebida. Sí, como lo oyen. Y cabe preguntarse: ¿por qué casi se llega a esta situación? La respuesta a esto es sencilla. Esto casi sucede a partir del minuto 82, cuando Rubio, que buscaba por todos los medios sacar algo positivo de San Sebastián, introdujo en el terreno de juego a Arnu, que portaba el dorsal número 29.
Teniendo en cuenta que, sobre el césped del Reale Arena, ya estaban Rafús, que portaba el 26, Aznou, con el 39, y Chuki, con el 28, el Valladolid se pudo encontrar ante una situación de lo más delicada. Esto se debe a que, cuando entró Arnu, los de Rubio contaban con, apenas, siete jugadores del primer equipo y otros cuatro del filial, algo que les podía haber puesto directamente en el punto de mira. En el caso de que alguno de los integrantes de la primera plantilla hubiera visto la roja, el cuadro pucelano habría incurrido en alineación indebida.
En el caso de que alguno de los siete hubiera sido expulsado, el Valladolid se habría metido en un lío de enormes proporciones. No en vano, la norma deja claro que cualquier equipo en la máxima categoría debe contar siempre con, al menos, ese número de jugadores del primer equipo. En el caso de que no se hubiera cumplido, los de Álvaro Rubio habrían caído ante la Real Sociedad por un resultado de 3-0 y habrían generado un nuevo problema que se habría convertido en un terremoto en la entidad vallisoletana, que no gana para disgustos.
Afortunadamente, esto no se produjo, pero hay que decir que el técnico del Real Valladolid se la jugó en el duelo ante la Real Sociedad. Normalmente, los técnicos suelen jugar con ocho futbolistas del primer equipo y tres del segundo, en el caso de que se opte por apostar por algunos canteranos. Ha tenido suerte el ex del Promesas, pero no debe despistarse con este asunto, que le podría haber generado un enorme problema a una entidad que no gana para disgustos esta temporada.