La Real Sociedad asume con pesimismo y resignación la decisión de Mikel Merino. Se acabó lo de vender paciencia y esperanza. El sepulcral silencio del mediocentro navarro, la conocidad existencia de pretendientes de nivel y su total ausencia de respuesta por parte del entorno del jugador, dando largas a los repetidos intentos del club por intentar fijar un calendario de reuniones para negociar la renovación del contrato que expira en el verano de 2025, han llevado al presidente Jokin Aperribay y al director deportivo Roberto Olabe a proyectar una planificación de la temporada 2024/2025 en la que el internacional español estaría más fuera que dentro de la plantilla que dirige Imanol Alguacil.
Al menos, este el contexto que revela una información de Mikel Recalde en Noticias de Gipuzkoa que asegura que desde la entidad donostiarra preparan ya el escenario de un traspaso este mismo verano, ya que en cierto modo sienten que la inacción de Merino les está empujando a venderle ya. En la misma noticia, el diario asegura que ha podido confirmar de fuentes de toda solvencia que, aunque es el equipo que más ha sonado en las últimas horas, el FC Barcelona no está solo en la pelea por hacerse con el fichaje del centrocampista internacional, sino que hay dos clubes dispuestos a intentar llegar a un acuerdo con la Real Sociedad y que habrían convencido al futbolista con condiciones salariales del todo irrechazables a sus 27 años.
Aunque a día de hoy siguen sin llegar ofertas concretas a las oficinas de Anoetas, en la Real Sociedad están al tanto de todo y señalan el traspaso como un escenario altamente probable. Eso sí, los ingresos estarían muy lejos de los 65 millones de euros de su cláusula de rescisión y en ningún caso lograrían evitar otra de las marchas que se antojan cantadas, la de Robin Le Normand al Atlético de Madrid, aunque sí confían en que pueda servir para retener a Martín Zubimendi, otro de los jugadores blanquiazules en la lista de Luis de la Fuente para la Eurocopa 2024 que se encuentra en la agenda de los culés. El tiempo ha ido pasando sin que Mikel Merino responda a las ofertas de renovación y eso le ha ido restando fuerza en las negociaciones al club, que ya viene dando pistas de su resignación con los conocidos movimientos para tantear la incorporación del mediocentro valenciano Carlos Soler (PSG).
Centrado en la Eurocopa, Mikel Merino ha vuelto a echar balones fuera cuando ha sido preguntado por su posible marcha. Siempre agradecido a la Real Sociedad por haberle dado la estabilidad que nunca había tenido y que le había impedido brillar en sus etapas en Alemania (Borussia Dortmund) o Inglaterra (Newcastle United), asegura que su teléfono está apagado hasta que concluya la participación de la selección española en el torneo continental y que todo está en manos de su representante. Incluso admite que sus compañeros de equipo le siguen presionando y bromean para forzarle a tomar una decisión que insiste en que aún no está tomada. Aunque no es eso lo que piensan Aperribay y Olabe.
"Es un hito que estemos aquí cinco jugadores. Eso habla muy bien de la Real Sociedad y del trabajo que está haciendo el club. He madurado mucho, estoy en el mejor momento de mi carrera y eso es gracias a la Real Sociedad y a Imanol Alguacil, que me dieron las herramientas para conseguirlo. Me siento un privilegiado de poder abrir el abanico que tengo con la selección española", explicaba en una rueda de prensa previa al inicio de la Eurocopa, en la que fue cuestionado por su posible fichaje por el Barça e incluso se mostraba halagado.
"Cualquier rumor me lo tomo como algo positivo hacia el club que estoy y cómo se hacen las cosas en la Real. La importancia que le damos es cero, porque estamos ante una oportunidad única, como es ganar una Euro. Es verdad que mis compañeros me vacilan con eso, pero yo no le doy importancia a lo que se dice. Son cosas que dejo en manos de mis agentes", dijo Merino, antes de tener minutos en el ilusionante debut de España con un 3-0 ante Croacia.