La salida de Kylian Mbappé del PSG con rumbo al Real Madrid sigue trayendo cola. Uno de los mayores culebrones de los últimos años, que ha abarcado siete temporadas, ha finalizado con el delantero francés aterrizando en la entidad de Chamartín. Esta decisión, que se comunicó hace semanas, no ha sentado nada bien en la entidad gala, que acusó en su momento al que fue una de sus grandes estrellas de no tener clase. No está siendo una ruptura amistosa la que está viviendo el punta con el club en el que ha logrado varios de sus grandes éxitos en el mundo del fútbol. La última muestra se ha dado a conocer en las últimas horas, ya que se ha revelado la deuda de la escuadra capitalina con el jugador.
Según lo que ha desvelado L’Équipe en las últimas horas, el jugador le reclama al flamante campeón de la Ligue 1 un montante total de 100 millones de euros entre primas y salarios. Esto se debe a que no habría recibido su nómina desde el mes de abril. Desde ese momento, ha seguido jugando para la entidad presidida por Al Khelaifi. No solo eso, ya que, además del campeonato doméstico, se ha hecho con la Copa de Francia, su último entorchado como futbolista del PSG.
En su momento, se debe tener en cuenta que el propio Mbappé había afirmado que, tanto él como el club habían llegado a un acuerdo, a un “pacto de caballeros”. Todo, con el objetivo de que, en el caso de que dejase el PSG, el club pudiera estar protegido y todas las partes involucradas pudieran obtener beneficios. Sin embargo, la firme postura del cuadro francés estaría dando al traste con las buenas intenciones del delantero, que afronta una nueva etapa cuando finalice la Eurocopa.
Ante los evidentes gestos de que el PSG no está por la labor de arreglar este entuerto, Mbappé no tendría otra opción que reclamar los 100 millones que supuestamente le debe el club al que ha pertenecido y con el que todavía tiene contrato hasta el próximo día 30. Habrá que estar pendientes de lo que suceda con un caso que puede copar la actualidad del equipo del Parque de los Príncipes, que vuelve a situarse en el punto de mira por algo que poco o nada tiene que ver con lo sucede sobre el terreno de juego.