Fernando Mateos4 min lecturaEl Real Madrid cerró el mercado de fichajes sin sorpresas de última hora. Florentino Pérez hizo pronto los deberes con las incorporaciones de Jude Bellingham, que está asombrando a todos en este arranque liguero, Fran García, Joselu y Arda Güler, a los que se unió más tarde el meta Kepa Arrizabalaga por la lesión de Courtois. Pero durante todo el verano, el nombre de Kylian Mbappé no ha dejado de sonar en los mentideros madridistas. Y ahora, además, vuelve a salir a la palestra también la opción de Erling Haaland.
Unas palabras de la agente del delantero noruego en El Chiringuito -“tiene el destino en sus manos”, llegó a decir-, han vuelto a hacer que corran ríos de tinta sobre su posible fichaje por el conjunto madridista en 2024, cuando en teoría podría salir del Manchester City a través de una cláusula liberatoria que ronda los 200 millones de euros. Una fecha, 2024, en la que por fin se podría acometer también el fichaje de Mbappé, que para ello debe aguantar sin renovar hasta entonces, aunque el PSG aprieta para que amplíe su contrato un año más.
No hay duda de que ambos son los grandes delanteros del momento y sus nombres seguirán asociados al Real Madrid hasta conocer el posible desenlace el próximo verano. De hecho, ya llevan años en el radar del conjunto blanco, que siempre desea contar con las mayores estrellas. Pero el plan de Florentino al respecto parece estar muy claro: no va a hipotecar el futuro del club por fichar a Haaland o Mbappé.
Según informa Marca, el Madrid sigue muy atento a la situación de ambos por si surge la oportunidad de incorporar a uno de ellos o incluso a los dos, pero no se van a cometer locuras al respecto. Desde la planta noble del Bernabéu no piensan desviarse ni un centímetro de un proyecto deportivo muy definido tanto por el propio Florentino como por el director general, José Ángel Sánchez, y el responsable de fútbol internacional, Juni Calafat, además de las opiniones de Ancelotti y Solari.
Pese a la presión en ocasiones pueden ejercer los seguidores blancos, ávidos de fichajes de relumbrón, el Madrid se ha mantenido firme en este sentido durante todo el verano y nada cambiará en los siguientes mercados. Si Mbappé se pone a tiro en 2024, no dudarán en ir a por él, pero sin traspasar las barreras económicas que el propio club se ha fijado para llevar adelante su proyecto deportivo.
Y lo mismo sucede en el caso de Haaland, cuya cláusula liberatoria ha sido poco menos que confirmada por su representante, Rafaela Pimenta. La idea del Madrid en este sentido no es confiarlo todo a ese momento en el que el noruego se convierta en una pieza más accesible. Si de verdad interesa y cuadra económicamente, se irá a por él, como a por Mbappé, pero no existe una obsesión con ambos.
La prueba es que la dirección deportiva sigue trabajando en el futuro para reclutar a otros jóvenes que en unos años estén llamados a ser las grandes estrellas del balompié. El más claro ejemplo es el del brasileño Endrick, que se curte en el Palmeiras a la espera de aterrizar en el Bernabéu, curiosamente también en 2024.