Eden Hazard sigue en el Real Madrid CF; y no solo eso, sino que hasta hace pocas fechas estaba convencido de agotar su contrato con el club blanco, el cual se extiende hasta el 30 de junio de 2024. ¿Qué ha cambiado? Pues parece haber entendido que salir cuanto antes es lo mejor para ambas partes.
Así es. El internacional por Bélgica había encarado la campaña 2022-23 como una última prueba para demostrar (a los demás y a sí mismo) que podía tener presente y futuro en la entidad blanca. Ese era su reto, pero no solo no lo está cumpliendo, sino que está incluso más lejos que años anteriores.
Carlo Ancelotti no le ha cerrado la puerta; es más, ante la primera lesión de Karim Benzema apostó por él como falso nueve. El experimento fue un rotundo fracaso; tanto es así que no disputa un solo minuto en LaLiga desde el lejanísimo 11 de septiembre.
Con tales datos, Hazard ha entendido que ya tiene suficiente. Según explica Fabrizio Romano, en las próximas semanas habrá reuniones entre la directiva del Real Madrid y los representantes del mediapunta belga para buscar una solución definitiva a un problema que lleva persiguiendo a ambas partes demasiados años.
En el seno del club creen que la posibilidad de que Hazard triunfara en el equipo caducó hace bastante tiempo, por lo que la intención es que se marche en verano de 2023. Esa es la idea, pero hay que contar también con un factor que no maneja ninguna de la partes: encontrar una buena oferta u oportunidad que guste y cumpla las expectativas de ambos.
Puede sonar descabellado... pero no demasiado. Desde que Hazard llegó al club de Chamartín ha estado más tiempo lesionado que disponible. Tales problemas físicos han llevado a que su participación no pase de testimonial y, por tanto, que el interés en contar con él haya sido menos que escaso –al menos en el fútbol de élite, ya que recientemente rechazó una oferta del fútbol turco–.
Con ese escenario, y aunque pueda sonar hasta a insulto para un jugador de 32 años que ha sido considerado uno de los mejores del mundo, negociar con él la rescisión de su contrato empieza a ser una opción muy real. El Madrid no necesita admitir que su fichaje es un auténtico fracaso, ya que su rendimiento y los números de estos años lo corroboran hagan lo que hagan en los próximos meses.