El presente del Rayo Vallecano es algo sorprendente. Pese a haber caído en cuatro de sus últimos cinco compromisos en LaLiga EA Sports, Iñigo Pérez insiste en mantener fuera de sus planes a dos jugadores a los que se les presupone un gran nivel como son James Rodríguez y Raúl de Tomás. El primero de ellos ha tenido algo de participación, pero el segundo hay días en los que ni siquiera va convocado.
Sin minutos sobre el verde, hace semanas que se ha empezado a calentar el traspaso del delantero de 30 años. Desde tierras barceloneses señalaron que podía estar interesado en firmar en enero con el RCD Espanyol, equipo inmerso en la pelea por la salvación y con el que vivió los mejores momentos de sus carrera. Es una oportunidad de las varias que pueden aparecer, pero por ahora el plan del Rayo es mantenerle en plantilla; tanto es así que es el propio presidente del club, Raúl Martín Presa, quien da un portazo a la posible marcha de Raúl de Tomás.
"Raúl es un jugador extraordinario, posiblemente nuestro mejor jugador de una calidad indiscutible, y por lo que sea esta temporada ha empezado un poco extraña. El equipo lo ha hecho bien, ha tenido mala suerte, tuvo un par de molestias musculares, pero nosotros confiamos y contamos con él. Es un jugador extraordinario, nos falta gol y él lo tiene, así que esperamos recuperarlo cuanto antes", comentó antes del partido ante el Athletic Club, en el cual los madrileños cayeron por 1-2.
Pese a que desde la directiva se quiera recalcar que se cuenta con el ariete, el hecho de que no haya jugado un solo minuto en liga en toda la campaña 2024-25 invita a pensar que está más fuera que dentro, sobre todo porque a ese ostracismo al que le ha condenado Iñigo Pérez hay que sumarle que se trata de uno de los salarios más altos de la plantilla.
Ante tal escenario, las palabras del presidente pueden ir más bien dirigidas a que su activo no pierda más valor. Con contrato hasta el 30 de junio de 2027, en tierras vallecanas querrán sacar algún beneficio con su adiós y tal objetivo es más fácil de conseguir si mantienen cierta apariencia de calma y compromiso con el jugador. En todo caso, no se puede descartar que la situación se resuelva de manera 'amistosa' entre las partes a través de una rescisión.