Después de lo acontecido en Mestalla ha llovido y mucho en las últimas horas. El mundo entero parece estar pendiente de lo que suceda alrededor de Vinícius Junior, quien recibió cartulina roja, además de insultos racistas en el campo del Valencia CF. Ahora el Comité de Competición ha acordado dos cosas: por un lado no sancionar al futbolista y por otro un fuerte castigo al equipo valenciano.
El Comité de Competición de la RFEF ha acordado dejar sin efectos disciplinarios la expulsión de Vinícius durante el partido que se vivió en Mestalla. De esta forma, el atacante brasileño podrá estar disponible para el partido de mañana entre Real Madrid y Rayo Vallecano.
Además de todo eso, el Comité de la Real Federación Española de Fútbol sí que ha resuelto castigar mediante una sanción al Valencia. Concretamente, la Grada Kempes será cerrada por cinco partidos. Ello se debe a los insultos dedicados al atacante brasileño del Real Madrid durante el partido mencionado previamente. Informa, que ha decidido "imponer al Valencia una sanción de clausura parcial del recinto deportivo por un período de cinco partidos y una sanción pecuniaria de 45.000 euros por la comisión de las infracciones muy graves tipificadas en los artículos 69.1.c), 69.2.d) y 76.1 del Código Disciplinario de la RFEF”.
Sobre la sanción al Valencia, el Comité aclara que "la clausura parcial afectará a la denominada Grada Kempes, y se cumplirá con arreglo a lo dispuesto en el artículo 57.1 del Código Disciplinario de la RFEF". También se ha acordado sancionar con un partido por acumulación de amonestaciones en diferentes partidos a diversos futbolistas: Antony Lozano (Cádiz), David López (Girona), Lucas de la Torre (Celta), Asier Illarramendi (Real Sociedad), Igor Zubeldia (Real Sociedad), Eray Cömert (Valencia) y Yunus Dimoara (Valencia). Junto a ello, tendrá un partido de suspensión por violencia-suspensión con ocasión de un partido a dos jugadores: Juan Miranda (Betis) y Martin Hongla (Valladolid).
"Vistas las alegaciones y la pruebas videográficas y gráficas aportadas por el Real Madrid respecto a la expulsión impuesta en el minuto 95 del encuentro al jugador Vinicius, este Comité de Competición considera que el club alegante señala en un extenso escrito de alegaciones que concurren tal y como se derivarían de las pruebas videográficas y gráficas aportadas diversas causas que desvirtúan la presunción de veracidad del acta arbitral", anuncia el comité que además, asegura que "lo sucedido se enmarcaría en una permanente y total impunidad, durante la presente temporada, de diversas acciones de agresión física y verbal, por parte de adversarios y aficiones, frente al jugador expulsado, todo ello ante la pasividad del colectivo arbitral, de la RFEF y de LaLiga".
Junto a eso, explica que "la actuación del árbitro del VAR no sería enmarcable en un ‘error humano’, pues la imagen que remitió al colegiado del encuentro para valorar la acción producida fue totalmente parcial, sesgada y determinante del error del colegiado en la valoración de los acaecido y, con ello, de la injusta expulsión del jugador, convirtiendo al agredido en agresor".
Así, Competición "invoca la irregularidad de la existencia de dos Actas sucesivas, en las que sola en la segunda se habría incluido una referencia a los insultos recibidos, previamente, por el jugador expulsado, de forma además manifiestamente insuficiente respecto a la realidad de lo sucedido. En particular, indica que el Acta sólo refleja que en el minuto 73 “un espectador desde la grada sur se dirigió al jugador... gritándole “Mono, mono”, cuando en realidad se aporta numerosa prueba dirigida a acreditar que no sólo se produjo durante el encuentro tal grave insulto, sino “una cantidad indecente e importante de cánticos racistas, denigrantes e intolerantes que, en ningún caso, pueden tener cabida en un estadio de fútbol y que sorprendentemente el colectivo arbitral no escuchó, toda vez que nada se dice en el Acta arbitral”.
Junto a todo, se aportan pruebas videográficas que acreditan "que nada más llegar al estadio del Valencia, el jugador fue recibido con insultos por numerosos seguidores que entonaron el cántico “Vinícius eres un mono”” y “que durante el partido fueron proferidos numerosos insultos al jugador, resaltándose los siguientes: “Puto negro, eres un idiota”, “me cago en tus muertos, hijo de puta”, “Puto negro, hijo de puta”, “Vinicius, perro”, “Mono, que eres un puto mono” y “uh, uh, uh (imitando el sonido de un mono). La grabación permitiría además identificar que los insultos provienen de un grupo numeroso de personas. Asimismo, cuando el jugador abandonaba el campo, se habría gritado “Vinicius muérete””.
Sobre la trifulca que desemboca en la expulsión del futbolista, Competición indica lo siguiente: "En la prueba que se aporta, inicialmente el colegiado habría sancionado al mismo con una tarjeta amarilla. Sin embargo, tras el visionado de las imágenes facilitadas por el VAR, el colegiado cambió su criterio, dejando sin efecto la tarjeta amarilla y mostrándole una roja. Tal decisión vendría determinada por la omisión de la SALA VAR de la totalidad de la jugada, sin mostrar la agresión realizada segundos antes por los jugadores 19 y 25 del equipo local, que le agarran del cuello, de modo que el jugador expulsado, 'en un intento desesperado por quitarse de encima el brazo del jugador rival del cuello, ante el inminente riesgo de asfixia, se quita de encima, instintivamente al jugador rival'".
Para completar, "a todo ello se añade que según la información publicada en la prensa por la propia RFEF, el árbitro del VAR habría sido cesado por el corte de las imágenes remitidas al colegiado". El propio club solicita que se deje sin efecto la expulsión de Vinícius: "Constituye un criterio reiterado de este Comité de Competición, el que la apreciación de un error material manifiesto en el acta arbitral exige la aportación de elementos de prueba que de forma inequívoca, más allá de toda duda razonable, acredite bien la inexistencia del hecho reflejado en el acta o bien su patente arbitrariedad".