En el día de ayer, Osasuna y Jagoba Arrasate anunciaron en rueda de prensa que al final de la presente temporada separarían sus caminos tras seis años juntos. Una situación que no se producirá hasta dentro de tres meses pero que ya ha provocado un efecto en el mercado de entrenadores, pues un banquillo tan jugoso como el de Osasuna quedará libre y a buen seguro que no le faltarán pretendientes.
Ahora será labor de Braulio Vázquez, director deportivo de Osasuna, y Cata Prieto, secretario técnico, encontrar al recambio más idóneo del vizcaíno, y el primer nombre en salir a la palestra ha sido de Joan Francesc Ferrer Sicilia, Rubi, que se encuentra sin equipo desde que dejara al Almería tras acabar la pasada temporada en la que logró la permanencia con el conjunto indálico, habiéndolo ascendido a Primera división en la 21/22.
No es precisamente un nombre desconocido para Braulio Vázquez y Cata Prieto ya que los tres coincidieron en el pasado, concretamente en el Real Valladolid, cuando estos dos decidieron apostar por el técnico de Vilassar de Mar en el verano de 2014 cuando el año anterior había sido ayudante del 'Tata' Martino en el Barça, tal y como recuerda Relevo.
Tan sólo fue una temporada, pues el catalán acabó saliendo al cabo de un año para pasar posteriormente por clubes como el Levante, Sporting de Gijón, Huesca, Espanyol, Betis y Almería. En aquella temporada Rubi logró meter al Valladolid en el 'play off' de ascenso a Primera división pero consiguió el objetivo final ya que fue derrotado en la semifinal frente a la UD Las Palmas. A Braulio Vázquez le gusta mucho el perfil de Rubi y podría encajar en un equipo como Osasuna, aunque a buen seguro que el gallego tendrá más opciones sobre la mesa.
Jagoba Arrasate dejará de entrenar a Osasuna al final de la presente temporada tras decidir no continuar en la entidad navarra después de seis años al frente, en los que ha conseguido devolver la estabilidad deportiva y social al cuadro navarro. Arrasate afirmó no tener “el convencimiento de antes". "Si no estoy convencido del todo es difícil que sea feliz. Si no soy feliz es difícil que saque lo mejor de mí. Creo que ha llegado el momento. Son horas complicadas", reconoció el vasco.
"Una decepción muy complicada al inicio de temporada, hemos tenido que cambiar de plan de dibujo, de esquema. Tengo la prioridad y estoy obsesionado de terminar bien con Osasuna. Tengo que ser honesto conmigo mismo y con el club”, explicó. "Llegados a este punto, yo también tengo que mirar por mi futuro. Me voy tranquilo, orgulloso y en paz conmigo mismo. Siempre que vuelva a Pamplona me saldrá una sonrisa", declaró.De las negociaciones para su renovación, Arrasate aseguró que, “en ningún momento hemos pasado a la segunda pantalla, no hemos hablado de jugadores. Es una decisión mía. No es una cosa de convencer o no, es personal”.