Alberto Gálvez3 min lecturaLa historia de Vedat Muriqi en el Mallorca parece que va para largo por suerte para los aficionados del conjunto bermellón. El delantero rojinegro compareció anoche en los micrófonos de la Cadena Ser y despejó cualquier tipo de dudas sobre si continuará en el conjunto rojinegro la próxima temporada o no.
El atacante natural de Kosovo se despojó en El Larguero y contó con todo tipo de detalles su dura infancia por culpa de la Guerra de los Balcanes: "Siempre hablo de lo mismo cuando me hablan de mi infancia. Ningún humano debería vivir lo que es la guerra, es lo peor que puede pasar. Llega un momento en el que prefieres morir antes que seguir entre tanta desgracia".
En este mismo sentido, continuó relatando el periodo más difícil de su vida: "Tenía seis años cuando estalló la Guerra de los Balcanes, y estaba toda mi familia en Albania, casi 50 personas viviendo en una habitación durante dos meses. Por suerte todo acabó rápido, porque en Ucrania no pueden decir lo mismo. Nosotros tuvimos suerte de no perder a ninguno".
El exdelantero de la Lazio aún recuerda uno de los episodios más duros como si fuera ayer: "Entraban, mataban... Nosotros tuvimos suerte, no perdimos a nadie. Los soldados entraron en casa y nos dijeron: si quieres puedes quedarte, pero vamos a poner una bomba".
Sobre su experiencia en los conflictos bélicos, Muriqi señaló que "en la guerra, lo más importante es la comida", al tiempo que describió cuál fue la manera de proceder de los suyos a la hora de repartir los alimentos: "Había muchos niños de mi familia en la misma habitación, y eso es lo que priorizábamos. Daban muy poca comida para cada familia, y nosotros éramos 50 personas. Mi tío y mi padre intentaban que nos diesen algo más, pero no era así. Nos tenían que ayudar nuestros vecinos. Es algo que no le deseo a ningún humano. Por ejemplo, nosotros nos fuimos porque llegaron soldados diciendo que iban a bombardear nuestro pueblo. Nos dijeron que les daba igual si seguíamos allí, porque lo iban a hacer igual".
Ahora, la vida le sonríe en las Islas Baleares, donde decidieron apostar por él en un traspaso récord que superó incluso al de Samuel Eto'o cuando firmó por el club mallorquinista. Y el atacante kosovar lo tiene muy claro: "Mi ambición es jugar para el Mallorca y poder ganar algo con este club. A mi representante le he dicho, 'por favor, déjame tranquilo con ofertas, tengo contrato hasta 2027 y quiero acabarlo".