Alberto Gálvez3 min lecturaDescenso consumado y las reacciones en el Málaga no se han hecho esperar. El conjunto costasoleño ha descendido a Primera RFEF después de acumular 17 presencias en Primera División y ocho en esta Segunda División. Y en el club blanquiazul se prevé una desbandada histórica.
La planificación de la plantilla, la apuesta por tres entrenadores en un mismo curso, el nulo rendimiento de los fichajes, las lesiones o las decisiones arbitrales son algunos de los argumentos que podrían justificar dicho desastre deportivo de un club que hasta hace poco estaba codeándose con los más grandes de España.
La mayoría de los 32 futbolistas utilizados se han lesionado al menos una vez y alguno de ellos con desesperante asiduidad. Se puede decir que los únicos que se han librado de esta plaga han sido Rubén Castro y Rubén Yáñez.
Hasta ocho tarjetas rojas ha visto el cuadro andaluz esta temporada, lo que le ha llevado a jugar en inferioridad numérica muchísimas veces. Los fichajes de N'Diaye, Esteban Burgos y Appiah no han dado la talla en un Málaga que tenía el sexto límite salarial más elevado de la categoría: 11,5 millones de euros.
Incluso Rubén Castro, con su doloroso penalti fallado contra el Huesca, ha aportado su granito de arena a este fracaso deportivo que ya es historia. Ni Pablo Guede, ni Pepe Mel ni Sergio Pellicer han conseguido cambiar el rumbo de un equipo que parecía condenado al descenso desde el inicio de la temporada.
Y ante este panorama y tal y como desvela el diario As, se prevé una desbandada descomunal en el vestuario malagueño. La mayoría de los jugadores tienen cláusulas de salida en caso de descenso excepto Manolo Reina, Genaro, Juande y Ramón, además de Cristian. El resto quedan libres si hay equipos interesados en sus servicios.
Al menos y salvo sorpresa, regresarán tras cesión Kevin, Roberto, Larrubia y Dani Lorenzo. De todos ellos parece que el único que puede tener sitio asegurado en la plantilla del futuro es David Larrubia tras su paso por el Mérida. El resto son prescindibles.
A falta de que el club anuncie a Loren Juarros como su nuevo director deportivo, el tema más prioritario y que está en el aire es la continuidad de Pellicer en el banquillo, quien tiene contrato hasta 2024.
Pero si algo le queda al Málaga de su estancia en la elite esa es su afición. Unos seguidores que no han dejado de creer y de intentar el milagro de la salvación hasta que las cuentas lo han permitido. Y los malaguistas lo tiene claro y han señalado como principal culpable al administrador judicial, José María Muñoz exigiendo su dimisión.