La segunda temporada de Luis Enrique al frente del banquillo del París Saint-Germain tiene luces y sombras. El dominio de los capitalinos en la Ligue 1 es aplastante, pero con ello no basta. El club se rodeó de un plantel más homogéneo en virtudes y cualidades y atrás quedaron los tiempos de las superestrellas: Neymar, Messi, Sergio Ramos y el último en abandonar el barco, Kylian Mbappé. La confianza en el entrenador español es total de puertas hacia fuera, pero tiene un pero que deberá resolver en enero si no quiere verse abocado a una destitución en pleno curso.
Con puño de hierro gobierna el PSG el campeonato francés. Cada vez más devaluado, por cierto. Es líder con 40 puntos y aventaja en diez a su más inmediato perseguidor, el Olympique de Marsella (30 puntos y un partido menos). En la Copa sigue avanzando no exento de sufrimiento. Derrotó en la segunda ronda al Lens en la tanda de penaltis tras haber finalizado el choque en tablas (1-1). Pero el gran debe de Luis Enrique está en la UEFA Champions League. Se jugará el todo por el todo en las dos jornadas que restan para acabar la primera fase. La situación es alarmante y afecta de lleno a su renovación ya cerrada.
El contrato del que fuera seleccionador español termina en junio. Nasser Al-Khelaifi desliza que tienen al "mejor entrenador del mundo". Sin embargo, Europa es el termómetro en el que se miden los progresos de la entidad. Y ahí las cosas no pintan bien para el PSG a falta de dos encuentros. Podría quedarse fuera incluso de la ronda de playoff previa a los octavos que jugarán los equipos que finalicen entre el puesto 9º y 24º. En estos momentos el equipo galo estaría fuera: es 25º con siete puntos. En sus seis choques hasta la fecha deja un balance de dos victorias (Girona y Salzburgo), un empate (PSV Eindhoven) y tres derrotas (Arsenal, Atlético de Madrid y Bayern Múnich).
No lo tendrá sencillo. El calendario ha querido que el París Saint-Germain tenga que jugar contra el Manchester City (22 de enero en el Parque de los Príncipes) y Stuttgart (29 de enero en Alemania). Duelo a vida o muerte será el que viva contra el conjunto de su amigo Pep Guardiola, en una situación similar de negatividad en Europa. Esos dos partidos marcarán el ritmo de Luis Enrique.
Tras largos meses de arduas negociaciones, el español y el PSG alcanzaron en octubre un acuerdo para su renovación hasta el año 2027. Todo estaba listo para ser anunciada públicamente, pero de momento no hay noticias a causa de la Champions.
El club tenía pensamiento de dar luz verde al acuerdo al término del partido ante el Atlético de Madrid. El gol de Ángel Correa en el descuento echó por tierra la idea y el futuro de 'Lucho' no está garantizado. Todo dependerá de lo que ocurra en Champions. Caer eliminados en la novedosa fase liga sería un fracaso en mayúscula para una entidad confeccionada para ganar el torneo. De consumarse su marcha podría consumarse de inmediato o aguantar únicamente hasta junio. Así de frágil son los proyectos donde la pelota siempre tiene la última palabra.