Fernando Mateos3 min lecturaEl Granada puede certificar su descenso matemático este sábado en la visita del Real Madrid, aunque en realidad se trata de algo ya asumido desde hace tiempo en el club y en la afición nazaríes. En la 24/25, tocará intentar de nuevo el ascenso con un proyecto del que se conoce poco por ahora, ni siquiera quién será el inquilino del banquillo, aunque Sandoval no se descarta.
Se da por hecho, eso sí, que habrá una importante transformación de la plantilla. De momento, ya equipos de LaLiga pendientes para tratar de ‘pescar’ en el Nuevo Los Cármenes. El Valencia, por ejemplo, se ha fijado en Gonzalo Villar, mientras que la UD Las Palmas tiene en su agenda a Uzuni.
Pero, al mismo tiempo, hay que contar con un buen número de jugadores que se encuentran cedidos en otros equipos y que regresaran para hacer valer sus contratos, sin que ninguno de ellos cuente a priori para la próxima temporada.
Es el caso de los delanteros Shon Weissman y Famara Diédhiou, con un escaso bagaje goleador en la Salernitana y el Cardiff City, respectivamente. Pero también de otros como Alberto Soro (Vizela), Dionkou (AEK Larnaca) o Víctor Meseguer y André Ferreira, a los que tendrá que comprar el Valladolid en caso de ascenso.
Junto a ellos, uno de los descartes del pasado mes de enero ya ha dejado de ser un problema para el Granada. De todos los futbolistas a préstamo, Njegos Petrovic está siendo el más regular en su nuevo destino y ha convencido a la Vojvodina para que ejecuta la opción de compra pactada en el mercado invernal.
El mediocentro serbio aterrizó en el conjunto rojiblanco mediada la campaña 21/22, abonando para ello 1,5 millones de euros al Estrella Roja de Belgrado. Sin embargo, nunca logró hacerse con el rol de titular indiscutible, ni en Primera ni en Segunda división, cerrando su etapa como jugador nazarí con 53 partidos y dos asistencias.
En su nuevo equipo, sin embargo, Petrovic suma ya 16 encuentros, todos menos uno desde el inicio, y cuatro goles, lo que ha convencido al club balcánico para pagar 800.000 euros, según adelantó el medio serbio Dnevnik. El Granada recuperará de ese modo algo más de la mitad de lo que invirtió en su día por un jugador que aún tenía un año más de contrato por delante, soltando de este modo el primer lastre para su nueva andadura en la Categoría de Plata.