Kevin De Bruyne sigue sin ver la luz al final del túnel. El belga, que cumple tres meses de su lesión, no tiene fecha de regreso para ponerse de nuevo a las órdenes de Pep Guardiola. El centrocampista del Manchester City sufrió un desgarro muscular en los isquiotibiales en el estreno liguero ante el Burnley.
Desde entonces, uno de los jugadores fundamentales para el técnico catalán sigue con el pertinente proceso de recuperación, que empezó con una operación allá por el mes de agosto. La preocupación es real pero quieren evitar forzar, sobre todo, al hombre clave en la mediapunta citizen.
El jugador estuvo presente en un acto en Gante, que acercaba a los jugadores del Manchester City a los fans. En él, De Bruyne habló sobre el proceso de recuperación de su lesión y sus previsiones de cara a la vuelta a los terrenos de juego: "Fue una operación seria y toda va según lo previsto. La próxima semana se realizará una exploración importante y luego sabremos cómo está progresando la lesión. Lo cierto es que no me han dado una fecha exacta en la que pueda volver a jugar al fútbol". De esta manera, la incógnita con la vuelta del belga a los terrenos de juego sigue siendo una incógnita. Mientras tanto, jugadores como Bernardo Silva o Grealish, se encargan de ocupar una posición que tantos años ha cubierto el internacional con Bélgica.
Además, el centrocampista del City se tomó con humor explicar sus últimas lesiones en la misma zona que donde ha sufrido la actual, en los isquiotibiales: "Es importante solucionar esta lesión al cien por cien porque sufría muchos desgarros. Esos isquiotibiales podrían haberse roto en cualquier momento y finalmente me hicieron un mantenimiento importante después de 700 partidos. Un poco como se hace con un coche". Con esta lesión, De Bruyne ya suma un total de 15 desde que llegó al Manchester City, contando con el Coronavirus. Sumando todas ellas, el mediocentro se ha perdido hasta 66 partidos desde la temporada 2018/2019.
Por último, el internacional con Bélgica ha explicado que gran parte de su lesión se pudo dar en la pasada final de la Champions, ya que no estaba recuperado al 100%: "Estuve luchando para ello durante dos meses, pero pude al final estar allí en el momento adecuado. Mi cuerpo dijo que ya era suficiente y tenía mucho estrés en esa final. Puede que todo eso hiciera que la grieta fuera un poco más grande, pero creo que valió la pena".