Athletic
Slavia Praha
El Athletic Club tuvo que sudar tinta china en San Mamés para derrotar por 1-0 al Slavia Praga. El solitario gol de Nico Williams fue suficiente para un equipo sometido en la mayoría del tiempo por los checos que se estrellaron con un muro llamado Agirrezabala. El guardameta vasco fue la gran sensación de la noche e impuso su ley en La Catedral para otorgarle una nueva victoria europea a la afición rojiblanca que aupó a sus futbolistas durante todo el encuentro.
La intensidad con la que el Slavia Praga inició el encuentro pilló desprevenido al Athletic Club. La presión asfixiante de los checos sorprendió a Valverde que ante el dominio del equipo de Jindrich Trpisovsky, decidió sacar el plan b a pasear ante los pitos de la grada. Agirrezabala echó el cerrojo a la portería para negarle el gol de la noche a Michez, jugador más destacado en los primeros 45 minutos del Slavia Praga. Poco a poco la intensidad de los checos fue disminuyendo y el Athletic Club a través de los hermanos Williams encontró un filón para acercarse a la portería defendida por Kinsky. Un penalti señalado por el colegiado dio alas al equipo local y, sobre todo, a Nico Williams que se disponía a lanzar desde los once metros. Cuando el extremo español cogió carrerilla para el chut, el VAR avisó al árbitro que tras revisarlo en el monitor anuló la pena máxima por falta previa de Guruzeta. El pequeño de los Williams se quedó con las ganas, pero, 3 minutos después, en el 32 de partido, el internacional español se desquitó con un gol desde fuera del área. Recibió el atacante en la frontal, orientó el balón hacia su zurda para dejar atrás al defensor y sacó un zurdazo que se estrelló en un rival para cambiarle la trayectoria al guardameta que se vence al lado contrario. Se adelantó el Athletic Club que puso el 1-0 en el luminoso para irse al descanso dominando en el marcador.
Los segundos 45 minutos comenzaron tal y cómo había arrancado el partido. El Slavia Praga continuaba dominando el encuentro, pero si conseguir ver puerta. Las ocasiones de los checos se multiplicaron en la segunda mitad, pero volvieron a estrellarse con un muro que no estaba dispuesto a dejar que el balón atravesase la línea de gol. Agirrezabala desplegó todo su arsenal para acabar con la paciencia checa. Michez volvió a probar al arquero español desde lejos, pero el portero no dio opción al delantero del equipo checo que se marchó del terreno de juego sin ver puerta. Con la entrada de Chory, los centros laterales avasallaban la portería del Athletic Club. El gigante ariete encontró un remate manifiesto de gol, pero Agirrezabala respondió con una gran parada con los pies para evitar el empate del Slavia en el minuto 74. El partido se convirtió en un correcalles dónde el Athletic Club supo imponer su ley para sumar tres puntos vitales en el Europa League.
1 - Athletic Club: Agirrezabala; De Marcos, Vivián, Paredes, Yuri; Galarreta (Jauregizar, m.77), Prados (Herrera, m.86); Iñaki Williams, Berenguer (Unai Gómez, m.63), Nico Williams (Sancet, m.77); Guruzeta (Djaló, m.62).
0 - Slavia Praga: Kinsky; Boril, Zima (Chaloupek, m.88), Zmrzly (Jurasek, m.63); Doudera, Zafeiris (Pech, m.88), Dorley, Diouf; Michez (Lingr, m.72), Provod y Chytil (Chory, m.63).
Gol: 1-0, m.33: Nico Williams.
Árbitro: Morten Krogh (Dinamarca). Mostró tarjeta amarilla a los locales Vivián (m.44) y De Marcos (m.79), y a los visitantes Zafeiris (m.68) y Boril (m.80).
Incidencias: Partido de la tercera jornada de la Liga Europa disputado en un San Mamés casi lleno ante 47.766 espectadores.