Cuando el Aston Villa contrató a Unai Emery las expectativas eran altas. El técnico vasco llegaba a la Premier League tras triunfar en Sevilla FC y Villarreal CF con la idea de reflotar a un gigante dormido, y es que los villanos fueron campeones de Europa en el año 1982. Pues bien, no solo les ha hecho despegar, sino que en el presente tanto Emery como su plantel se encuentran totalmente desatados hasta el punto de estar liderando la UEFA Champions League.
Así es. Emery no solo ha conseguido meter al Aston Villa entre los trasatlánticos de la Premier League, sino que en este nuevo curso está compitiendo de un modo espectacular en la máxima competición continental. Si en la primera jornada derrotó al Young Boys por 0-3 y en la segunda se impuso al Bayern Múnich por 1-0, en la tercera ha repetido triunfo al imponerse al Bolonia por 2-0. Más claro: tres partidos, tres victorias, seis goles a favor y cero en contra para ocupar la primera posición en la liguilla de la Liga de Campeones.
Lo cierto es que los villanos están siendo un auténtico cohete en estos primeros meses de la temporada 2024-25. En la Premier League son cuartos con hasta 17 puntos a cuatro del líder, el Manchester City con 21, y en Europa no solo no están bajando el ritmo, sino que se están mostrando incluso más sólidos.
En lo que concierne al choque de esta última noche, el Bolonia tampoco ha sido rival y con tantos del colombiano Jhon Durán y del escocés John McGinn han sellado el triunfo. Ese fue el resultado final de un guion que parecía escrito de antemano. El Bolonia llegó como víctima a Villa Park y se marchó del estadio tal cual. Es cierto que los italianos gozaron de alguna oportunidad, pero los de Emery simplemente fueron mejores.
Pese a todo, al Villa también le costó abrir la lata. En la primera parte Lukasz Skorupski sostuvo al Bolonia con dos intervenciones en un mano a mano ante Durán y a una rosca envenenada del escocés. El portero polaco dio una vida extra a sus compañeros, pero no sirvió de mucho.
Ya en la segunda mitad, y con un golpe de suerte, fue McGinn quien abrió por fin al marcador a falta de media hora para el final. El medio escocés lanzó una falta al corazón del área, nadie entre la marabunta de jugadores que esperaban su centro tocó la pelota y ésta acabó golpeando las redes de la portería defendida por Skorupski. Y ahí, se terminó todo. El Bolonia hincó la rodilla y la puntilla se la dio Durán. El colombiano, poco después del acierto de McGinn, se deshizo de su compatriota Janer Lucumí con un gran movimiento que le permitió rematar un centro desde la banda izquierda de Morgan Rogers. Partido finiquitado en un día más en la oficina para Unai Emery.