José Antonio Rivero3 min lecturaCuesta creer que todavía haya algo que se le resista a Erling Haaland, quien está pulverizando todos los récords en lo que a goles se refiere. El noruego suma ya ya 44 tantos este curso, aunque ante el Bayern de Múnich se enfrentará a su bestia negra, puesto que nunca ha sido capaz de vencer al conjunto alemán.
Halaand se enfrentó a los de Múnich siete veces entre la temporada 2019/2020 y la 2021/2022, cuando era futbolista del Borussia de Dortmund, y siempre perdió, aunque lo que no pudo el Bayern fue impedir que perforase su portería.
La última vez que Haaland se enfrentó al Bayern fue en el partido de vuelta de la Bundesliga 2021/22, cayendo 3-1 en el Allianz Arena. Antes perdió en la ida 2-3, encuentro en el que marcó, y esa misma temporada también fue derrotado en la Supercopa alemana por 1-3.
Ahora la situación ha cambiado y Haaland ya no está en el equipo menos favorito en estos duelos, sino que está en uno de los grandes aspirantes a ganar la Liga de Campeones.
Con tan solo 22 años, Haaland ha marcado 30 goles en la Premier League, donde está a cuatro de igualar los registros de Alan Shearer y Andy Cole, que marcaron 34 en las temporadas 1993-1994 y 1994-1995, respectivamente. Quedando ocho jornada de la liga inglesa todavía por disputarse. El propio Shearer ya se rindió a la evidencia y confesó que su récord "va a quedar en nada", añadiendo que Haaland será capaz de meter "60 goles" algún año.
El 'gigante' noruego espera ahora que sus goles se transformen en títulos, su cuenta pendiente hasta ahora, puesto que tiene en su palmarés solamente una copa de Alemania con el Dortmund y una liga y una copa en Austria con el Salzburgo.
Uno de los dichos del fútbol, igual que el de "entrenador nuevo victoria seguro", es que si un futbolista estrena look marcará. Si hay un jugador al que eso no le hace falta es a Erling Haaland, que decidió estrenar este martes, el día del partido de Champions ante el Bayern, un nuevo peinado.
El noruego se presentó en el entrenamiento matinal previo al choque con dos trenzas, al más puro estilo vikingo.