Con cinco jornadas por delante y un colchó de cinco puntos con respecto al descenso, el objetivo del Celta de Vigo no es otro que amarrar cuanto antes la permanencia. Cualquier movimiento en la planificación de la próxima temporada queda supeditado, obviamente, a la consecución de ese objetivo. Pero el director de fútbol, Marco Garcés, ya sabe que en cualquier caso tendrá que aligerar una plantilla cargada de efectivos.
De los actuales integrantes del plantel celeste, tan sólo acaba contrato Renato Tapia, que no parece por la labor de renovar. Del resto, habrá que evaluar las ofertas que puedan aparecer para hacer hueco a los nuevos fichajes, apareciendo un nombre en las quinielas que podría dejar un ingreso inesperado: Williot Swedberg.
El joven talento sueco aterrizó en el verano de 2022 como una apuesta personal de Luis Campos, ex asesor deportivo del club, que estaba convencido de la proyección de un futbolista que arribó con sólo 18 años y por el que se pagaron 5,5 millones de euros al Hammarby.
Pero en su primera campaña en Balaídos, apenas contó para Coudet, primero, ni para Carvalhal, después. Esta temporada, con Rafa Benítez, su presencia también ha sido testimonial en LaLiga, pero Swedberg aprovechó al máximo cada minuto de los pocos que le concedió el madrileño.
Con Giráldez, el internacional sub 21 siente que encajar mejor en sus planes, disfrutando de su primera titularidad ante la UD Las Palmas, en la que anotó su cuarto tanto de la temporada en poco más de 200 minutos de juego. Unos números que, unidos a su edad (20 años) y proyección, le han colocado en la agenda de varios clubes europeos.
Ya cuando el Celta lo firmó tuvo que pelear para ello con el Brujas y el Ajax de Ámsterdam, que ahora está dispuesto a volver a la carga, después de seguir ‘in situ’ en varios partidos a lo largo de la campaña. Según Relevo, la idea del club de Países Bajos es presentar una oferta que superar la cantidad que los gallegos pagaron por el centrocampista, aunque la misma estaría por debajo de los 10 millones de euros. Una propuesta mayor de lo esperado inicialmente, pues se venía apuntando que la intención era ofrecer una cifra similar a la que costó en su día.
Resta por saber la opinión del propio Swedberg, que en su momento priorizó su desembarco en LaLiga al estimar que era lo mejor para su progresión. En estos dos años, sin embargo, ha jugado mucho menos de lo que quisiera, pero se siente plenamente adaptado tanto al club vigués como a la ciudad y vive su mejor momento a las órdenes de Giráldez.
Por todo ello, sus planes pasan por seguir en Balaídos, convencido de que la próxima temporada puede dar un paso al frente y convertirse en un jugador importante. En el Celta piensan lo mismo, pero el Ajax aprieta y habrá que ver hasta dónde es la economía la que manda.