"Es un chico sencillo y trabajador; la competencia es buena para el grupo y Dios quiera que podamos hacer entre todos como el año pasado, que el once era constantemente diferente y todos tuvieron oportunidad a un nivel muy alto. Se ha adaptado rápido, porque hay otros compañeros brasileños, los portugueses... y conmigo habla un poco de italiano, ya que jugamos juntos. Y tanto él como Luiz Henrique se integraron bien. Es lo bueno que tiene este grupo, que te hace sentir como en casa, como hicieron conmigo el año pasado". Así se refiere Germán Pezzella, en una entrevista con Betis TV desde la concentración en Inglaterra, al aterrizaje de Luiz Felipe, que aterrizó este verano procedente de la Lazio y dejó muy buenas sensaciones en su debut contra el Marsella. Otro rival fuerte por el puesto para el argentino, que piensa en el colectivo y en lo que puede mejorar con el nuevo zaguero.
"Como me incorporé tarde, como otros internacionales, en el primer partido tuve 30 minutos y, ahora, hay bajas de algunos compañeros en defensa y tenemos que jugar más, pero venimos entrenándonos bien para ir agarrando el ritmo y llegar al inicio de la temporada en buen momento. Las condiciones para trabajar aquí son impresionantes; tenemos todas las comodidades para el buen descanso y los entrenamientos; que todo vaya apuntando a que el equipo llegue de buena manera al arranque", continuaba el '16', que tiene claro que "un equipo que busca el alto nivel necesita una buena dinámica de grupo, que todos estén con ánimo, predisposición para aportar el máximo cuando toque. El buen ambiente habla de lo que es el grupo de trabajo, y se ve reflejado en que todos apoyan estando fuera o dentro. Al fin y al cabo, eso es lo que te hace ganar partidos y encontrarte al final peleando por objetivos grandes. Tenemos gente de experiencia, pero está bien repartido. Esa línea que se sigue es importante mantenerla".
Pero Pezzella no se queda en la clasificación de nuevo para la Europa League ni en la conquista de la Copa del Rey, porque "fue muy lindo pero ya pasó", por lo que aboga por seguir creciendo: "Ahora, nos centramos en los retos nuevos, que son ilusionantes. El año estuvo muy cargado de compromisos con el club y con la selección. Se disfruta, pero venían bien las vacaciones para descansar el cuerpo. En la 22/23, tenemos cuatro competiciones por delante, con un parón por el Mundial, así que se va a comprimir todo más todavía. Nos tiene que encontrar preparado para afrontar un partido cada tres días con la cabeza de que, cuando pase uno, hay que pensar en el siguiente; no hay tiempo para relajarse ni festejar demasiado, sino mantener la línea constante de trabajo, esfuerzo, compromiso y competitividad que hace falta. Luego, la calidad futbolística del equipo se va a demostrar".
Prepararse adecuadamente ahora "es muy importante por el Mundial a mitad de temporada", aunque Germán no está pensando en Argentina todavía: "Lo que nos lleva a la selección es el día a día en el club, y en mi cabeza siempre está en pasar semana tras semana y rendir al máximo por la camiseta y porque ese rendimiento nos lleva a la lista". Además, el Betis tiene un sello inconfundible, amén de la fidelidad de una afición que ha vuelto a batir récords a la hora de abonarse. "Seguro que eso quiere decir que en el club se están haciendo las cosas bien. Las expectativas de la gente van creciendo porque la cosa va funcionando. Más que nada, lo más importante es que la gente vea que se va en cierta dirección. Si hay una línea de trabajo, se sabe el camino, y luego el fútbol tiene altos y bajos, pero, si tienes en la cabeza claro dónde se quiere llegar, hace más fácil que durante el camino se tengan las cosas más claras", zanja el internacional albiceleste.