Manuel Pellegrini da su visto bueno y en La Palmera se preparan

El 'Ingeniero', con contrato hasta 2026, descarta ya casi definitivamente cualquier cambio de aires estival y abanderará una nueva revolución en la plantilla verdiblanca, condicionada a la clasificación para Europa

Manuel Pellegrini da su visto bueno y en La Palmera se preparan
Ramón Planes, ahora al frente del Al-Ittihad saudí, antes de un partido del Betis junto a Pellegrini. - CORDON PRESS
Óscar MurilloÓscar Murillo 5 min lectura

Tiene contrato hasta el 30 de junio de 2026 y una cláusula de seis millones de euros que sólo estarían en condiciones de abonar por un entrenador grandes clubes de Europa o algunos de las acaudaladas Ligas emergentes, tales como la Saudí Pro League, la Qatar Stars League o la UAE Pro League. Difícilmente una federación nacional haría frente a un desembolso de esa magnitud habiendo técnicos libres, aparte de que el propio Manuel Pellegrini ha confesado en varias ocasiones que no le hace especial ilusión dirigir a una selección por los muchos parones que hay entre competiciones. Chile, en último caso, y no con los actuales dirigentes. Ya ejerció en Suramérica, en Inglaterra o en China y, a sus 70 años, busca motivaciones, pero también un proyecto del que ser abanderado. En el Real Betis lo ha conseguido, lo que le llevó a renovar hasta en dos ocasiones. Y, salvo giro mayúsculo de los acontecimientos, piensa seguir, como poco, un año más.

Así lo ha hecho saber el 'Ingeniero' a la plana mayor verdiblanca. No era estrictamente necesario, pues, con vinculación en vigor, salvo que deseen prescindir de ti (que no es el caso), mientras tú no te quieras marchar, la omisión del asunto es equivalente a la continuidad. Tras un lógico estudio de mercado, el de Santiago ha llegado a la conclusión de que no hay aventuras que le atraigan lo suficiente como para romper con la entidad de La Palmera, donde se han encargado en los últimos días de darle su sitio, ratificarle y ensalzarle. No hay debate interno sobre Pellegrini ni amenazas en el horizonte. Ni siquiera la de la Roma, desmentida por los dirigentes 'giallorossi' y el propio míster chileno. Por si acaso, la confirmación de que Daniele de Rossi seguirá en su banquillo tranquiliza un poco más a todos, si bien se miraba de reojo, sobre todo, a Arabia Saudí.

Allí, previsiblemente, únicamente se podría mover una silla entre los cuatro clubes pertenecientes al PIF (Fondo Público del Reino), léase los que cuentan con fondos ilimitados para fichar. Del resto, con 20 millones de dólares en total para contratar extranjeros, deberían preocupar apenas Al-Fateh (Slaven Bilic apurará seguramente hasta 2025), Al-Ettifaq (con Steven Gerrard atado hasta 2027) y Damac FC (Cosmin Contra sí acaba este verano). Entre los grandes, Jorge Jesús tiene una oferta para renovar en el casi seguro campeón Al-Hilal y Cristiano impone a Luís Castro en el Al-Nassr, al tiempo que Matthias Jaisle es mucho más que un técnico, más bien una institución, en el Al-Ahli. Ha decepcionado Marcelo Gallardo en el Al-Ittihad, con Ramón Planes al frente de su planificación, aunque romper el segundo año de vinculación costaría un riñón, incluso hablando de petrodólares, más luego los seis kilos que habría que abonar por Pellegrini.

En las conversaciones entre el 'Ingeniero' y los máximos dirigentes béticos ha estado el asunto sobre la mesa, pues Haro y Catalán agradecerían poder anticiparse a posibles movimientos drásticos para elegir un sustituto de nivel. Con todo, el diálogo más reciente ha sido tranquilizador, apoyado en otras decisiones, relativas a altas y bajas, configuración de la pretemporada, etcétera, con un visto bueno de Manuel a varios nombres que su tocayo Fajardo ha compartido con él. La conjura es trasladar a la plantilla la pertinencia de un esfuerzo final en pos de la cuarta clasificación consecutiva para competiciones europeas, pues el margen de maniobra económico en verano sería mucho mayor, si bien se prevén grandes ventas y se priorizará la búsqueda de plusvalías en pos de una nueva revolución en el vestuario para dar ese salto que se lleva persiguiendo, como poco, desde la 22/23.