En el último mercado invernal, el Betis realizó una serie de incorporaciones para reforzar la plantilla, entre ellas, la del Chimy Ávila, tras una negociación en la que la disposición del argentino resultó fundamental. No en vano, el delantero dejó claro a Osasuna que solo se marcharía al Benito Villamarín y presionó en cierto modo para que los navarros cedieran y se llegara a un acuerdo entre clubes para hacer realidad su deseo.
Esta postura del Chimy no gustó en absoluto en el club rojillo ni a su afición, y su director deportivo , Braulio Vázquez, estalló cuando se cerró la ventana de transferencias, reprochándole al futbolista y a su agente su actitud y las declaraciones vertidas durante la negociación. "No me gustó absolutamente nada, y se lo he dicho a él en persona, que salga el agente y haga esas declaraciones, se lo he dicho también en privado", explicó Braulio, que dejó entrever las maniobras del entorno del jugador.
"Desde el club nos hemos movido bien, han empezado a salir situaciones, porque nosotros las hemos buscado, no nos venía bien focalizarnos solo en una", indicó sobre su forma de negociar, señalando que fueron claros en todo momento y que eran conscientes de que el ciclo de Ávila en El Sadar había terminado: "Si el Chimy siguiese aquí, en julio valdría menos dinero, a nivel mental ya no estaba aquí".
Esta palabras reflejan que, pese a lo aportado en su etapa en Osasuna, con su habitual entrega, se marchó por la puerta de atrás y en El Sadar están molestos con él, lo que posiblemente se reflejará en el recibimiento que le brindará la afición en su regreso al estadio rojillo, tal y como empieza a respirarse en redes sociales.
Ya pudo volver el curso pasado, pero la lesión que le impidió jugar desde abril lo evitó, por lo que este sábado, tras el parón, será la primera vez que vuelva al feudo pamplonica con la camiseta de otro equipo y tras su controvertida marcha el pasado mes de enero. En este sentido, es más que probable que le espere un 'infierno' en un estadio que aprieta muchísimo y que le da mucha importancia al compromiso y a las formas de salir de los jugadores.
El argentino llega a este choque como teórico suplente y un discreto protagonismo en el actual curso, con 328 minutos repartidos en nueve partidos y solo dos titularidades en LaLiga, en la que no ha visto portería y se ha desempeñado como extremo. Su único gol este curso lo anotó en la ida del 'play off' de la Conference League, cuando partió en la punta de lanza.