Guido y Guardado, la cara y la cruz béticas; Acuña y Montiel jugaron, el 'Huevo' de inicio a fin

La representación sevillana en el Argentina-México de este sábado en el Lusail Stadium de Qatar fue, como se rumoreaba en la víspera, mucho mayor que en la primera jornada del Mundial, cuando el Real Betis se quedó en blanco (suplencias, respectivamente, del griposo Guido Rodríguez y de Pezzella ante Arabia Saudí, y de Guardado contra Polonia), mientras que, por parte del Sevilla FC, sí fue titular el 'Papu' Gómez, saliendo en el 59, mientras que Acuña ingresó en el 71 y Montiel permanecía en el banco. En esta segunda jornada, por parte albiceleste, los laterales nervionenses partieron de inicio, aguantando el 'Huevo' hasta el final y cediendo el 'Cachete' su plaza al colchonero Nahuel Molina en el minuto 63, mientras que el ex de Atalanta y el central criado en River Plate se quedaban compuestos y sin oportunidad, de la que sí gozó el pivote ex de América en lugar de Paredes, aunque Enzo Fernández le relevó en el 57.

Sobresalió, no obstante, el 'Principito', protagonista destacado tanto de la delegación hispalense como en términos generales, para lo bueno y para lo malo, ya que Gerardo Martino le devolvió los galones en lo que el mismo centrocampista heliopolitano bautizó como su particular 'last dance'. De esta forma, Guardado entró en el selecto elenco de jugadores que participan en cinco mundiales (lo de consecutivos parece hasta una perogrullada), con solamente otros siete integrantes: sus compatriotas Carbajal, Márquez y Ochoa, más Matthäus, Buffon, Messi y Cristiano Ronaldo, aunque la lista se reduce a seis si se tiene en cuenta la disputa de algún minuto como exigencia, puesto el portero italiano fue siempre suplente en Francia 1998, lo mismo que le ocurrió al 'Memo' en Alemania 2006.

La alegría duró poco a Andrés, que pidió el cambio a los 42 minutos (le sustituyó Erick Gutiérrez, perdiendo el Tata a un baluarte impagable en la parcela ancha), a falta de confirmación por culpa de unas molestias musculares que, visto lo visto, pueden precipitar su despedida de la magna cita a orillas del Golfo Pérsico. En gran parte porque el 'Tri' tiene ya muy difícil la clasificación para octavos de final, tras la derrota por 2-0 contra sus vecinos, merced a los tantos de Messi y Enzo Fernández en la reanudación. Ahora, a México sólo le vale ganar a los saudíes en la última jornada de la Fase de Grupos y esperar que Polonia y Argentina no pacten un empate que beneficiaría a ambas. El triunfo albiceleste no le daría el pase salvo que el suyo sea por dos goles más de diferencia, al tiempo que el de Lewandowski y compañía, combinado con el K.O. de los árabes, sí supondría su clasificación como segundo del Grupo C.