Óscar Murillo5 min lecturaCasi nadie duda de la calidad de Isco Alarcón, que ya está mostrando en los primeros entrenamientos con su nueva escuadra. La misma que vieron los técnicos del Málaga, con el dinero que (entonces sí) ponía el jeque Al-Thani, para llevárselo directamente del Valencia Mestalla a la elite. Con Manuel Pellegrini a los mandos, aquel histórico equipo blanquiazul se metió en Champions y alcanzó los cuartos de final, donde fue eliminado injustamente por el Borussia Dortmund. Willy Caballero, Jesús Gámez, Demichelis, Weligton, Monreal, Eliseu, Camacho, Toulalan, Cazorla, Baptista, Joaquín, Van Nistelrooy... Un once y una plantilla de leyenda en los que ese joven del Arroyo de la Miel, con apenas 19 años, se hizo un hueco como titular. Dos después, el Real Madrid se lo llevó no por cláusula, que era de 35 millones de euros, sino por algo menos, dando paso a la consagración del mediapunta como blanco y con la roja de la selección. Hasta que llegó su declive.
Las últimas temporadas en Chamartín no fueron como esperaba. Blindado con 700 kilos en su anterior renovación, fue perdiendo peso en la escuadra capitalina y, según muchos, ganándolo en su cuerpo. Tanto es así que la forma física del costasoleño ha sido un mantra repetido hasta la saciedad desde hace mucho. Aguantó sin aceptar ninguna de las salidas que se le propusieron, ni siquiera cedido, por lo que no fue hasta el verano pasado cuando, al fin, se le vio con otra camiseta, en este caso la del Sevilla FC. Aquella aventura en Nervión terminó abruptamente apenas cuatro meses después, en cuanto su reclamo, Lopetegui, fue despedido y un encontronazo con Monchi le convenció de que lo mejor era quedarse en el paro. Contra pronóstico, no encontró destino en la ventana invernal, sobre todo por culpa de la jugarreta del Unión Berlín, y, también de manera inesperada, ahora es futbolista del Real Betis. Y, capricho del destino, su debut puede llegar en el primer derbi hispalense en el extranjero, este jueves de madrugada en España, por la tarde en tierras mexicanas.
Y vuelven las dudas sobre su estado de forma, con más razón si cabe por ejercitarse por su cuenta durante más de un semestre, aunque su entrenador personal, Rodrigo Carretero, tranquiliza a la afición verdiblanca. "Nos contactó hace un año y pico para ver si queríamos prepararle en el Centro de Alto Rendimiento Crys Dyaz. Estaba algo desmotivado en el Madrid. Quería ponerse en forma, así que trabajamos con él. A través de Dani Jiménez, otro compañero, y yo hemos creado un programa de entrenamiento para conseguir resultados que se han visto y se verán en el Betis", aseveraba en 'El Larguero' de la Cadena Ser, que ahondaba en la cuestión: "En todo este este tiempo hemos trabajado en doble sesión. Después del Sevilla, él quería continuar. Casi todos los jugadores tienen entrenador personal. Lo ideal es que cada uno tenga y se coordine con el club. Es el camino por el que ha ido la NBA o la NFL. Vigilamos cada dolencia, por ejemplo".
Carretero, además, se atreve a pronosticar una mejoría sobre la última versión de Isco que conoce el gran público: "Si cuando llegó al Sevilla estaba al 100%, ahora está al 110%. Cuando te ves a tope, la motivación llega sola. Isco es un profesional. A la gente que está fuera del fútbol se le escapa la capacidad de recuperación que tiene un jugador de elite en Primera. En semanas de esfuerzo, consigue lo que le falta. Además, hay una unidad de nutrición y hemos conseguido meter una suplementación acorde a su vida. Hemos bajado un porcentaje de grasa alto, y esto ayuda a tener mejor forma física". Por tanto, nada impediría su debut en El Gran Derbi de Guadalajara, si bien los participantes en la encuesta propuesta por ESTADIO Deportivo tienen claro que debe decidir 'El Ingeniero'. De esta forma, aunque casi un 24% opina que debería jugar, porque estará extramotivado, más del 63% deja los tiempos en manos del chileno, que ha ido metiendo poco a poco a los últimos en llegar y quizás considere que todavía le falta para estar al ritmo adecuado.
