Cuando el Betis y Pellegrini apostaron por su fichaje en el pasado mercado invernal conocían de sobra lo que podía aportar Chimy Ávila y también el peligro que acarreaba por un carácter muy temperamental que forma parte de su perfil de futbolista y que le ha causado más de un problema desde que aterrizó en LaLiga española.
Desde que aterrizó evidenció su compromiso, su máxima intención de integrarse o su conexión con la afición, pero también, como cabía esperar, mostró el lado negativo de esa sangre caliente con una expulsión completamente innecesaria a finales de marzo contra el Villarreal que frenó su progresión como heliopolitano y no agradó en absoluto a Pellegrini. "Fue una expulsión absurda. No estoy de acuerdo con el arbitraje tampoco. Estamos siempre hablando porque ya tiene un historial largo. Un delantero como él, que no siempre busca las faltas ya lleva tres expulsiones y cuatro amarillas esta temporada y no puede ser así. Es su carácter, sí, pero tiene que mejorar ese aspecto", señaló en su momento el Ingeniero, que rechaza las salidas de tono del argentino y que le da dado ya algún que otro tirón de orejas.
En este sentido, al técnico no le gustaron en absoluto dos acciones en el partido contra el Copenhague en laa que el delantero se jugó la expulsión sin necesidad alguna, aobre todo en la primera por no poder controlar sus impulsos. Así, en el 60', con 1-0 en el marcador, Chimy terminó en el suelo por un choque con Gabriel Pereira y a la siguiente jugada, cuando el brasileño, se disponía a sacar el balón, se dirigió a él con una fuerza desmesurada, se desentendió del balón y cargó contra su cuerpo con una enorme fuerza y de manera completamente intencionada. Un golpe que podría haber llegado a interpretar como agresión el árbitro, que, dentro de su política de mostrar pocas amarillas y dejar jugar, ni siquiera le amonestó para respiro de Pellegrini, Heliópolis y el propio argentino.
Sí vio amarilla al protestar airadamente la acción del penalti y Pellegrini lo sustituyó poco después para dar entrada de Assane Diao y seguro que le llamó la atención o le dará un toque por un comportamiento que pudo dejar al Betis con diez.
El chileno no tolera estas actitudes que perjudican al equipo y podrían penalizar a un Chimy ahora que está ganando protagonismo por las ausencias. Así, marcó contra Osasuna y ayer participó en el golazo de Abde al pelear por un balón y cedérselo en la frontal del área, lo que consta como asistencia.