Desde que marcara en su regreso a Pamplona el protagonismo de Chimy Ávila en el Betis creció como la espuma hasta el punto de que acumuló cuatro titularidades consecutivas entre LaLiga y la Conference League, con el único matiz de su suplencia en Copa, reflejo de que su rol en el equipo había cambiado.
El argentino fue uno de los grandes beneficiados del cambio de sistema por la baja de Lo Celso, pues Pellegrini empezó a apostar por dos delanteros arriba, y, más allá de la cita contra Osasuna, el rosarino se ganó ser el acompañante de Vitor Roque en detrimento de Bakambu.
Sin embargo, el técnico bético decidió volver al 4-2-3-1 en la cita contra el Celta una vez que Lo Celso ya se encontraba disponible al menos para disputar unos minutos y Chimy Ávila se convirtió en el gran danmificado al tratarse del sacrificado arriba. Así, el 'ingeniero' lo dejó en el banquillo y no saltó en el terreno de juego hasta el minuto 86' en lugar de Abde, con 1-2 en el marcador. El argentino ingresó en el campo con el ímpetu de siempre y respondió de manera tajante a la suplencia al erigirse en fundamental para rescatar un punto.
Y es que Chimy robó el balón en la frontal del área cuando Hugo Álvarez trataba de sacarla desde atrás -los vigueses pidieron mano del delantero- y sirvió un pase al área que peinó Lo Celso y mandó al fondo de la red con un cabezazo Bartra para hacer estallar el Benito Villamarín. La lucha de Chimy hasta última hora permitió al Betis salvar un punto en lo que se considera una clara reivindicación de su importancia en el equipo y de lo que puede aportar ahora que, con la vuelta de lo Celso, lo ha sentado en el banquillo.
Lo cierto es que de una forma u otra Chimy ha reclamado protagonismo en numerosas ocasiones desde que aterrizó en Heliópolis, nunca ha pasado desapercibido y se ha ganado el cariño de muchos aficionados béticos. Aunque llegaron a surgir rumores de una posible salida en enero cuando disfrutaba de menos continuidad y ante las ofertas que le llegan, sobre todo de México, el argentino se ha consolidado en el Betis y ya suma 21 partidos con la elástica verdiblanca.
Esto significa que el Betis tendrá que hacer efectivo casi de inmediato el abono de la mitad de la cantidad pactada el pasado mercado invernal en concepto de pluses por objetivos. En este sentido, el acuerdo se cerró en cuatro millones de euros, más 700.000 euros en variables y un 10 por ciento más del pase de Raúl García de Haro. Así, ya está a punto de cumplirse el primero de los objetivos en cuanto a partidos jugados, acordado en la disputa de 22 partidos, por lo que los heliopolitanos tendrán que pagar 350.000 euros a Osasuna, por lo que ya solo restaría la otra mitad, sujeta al mismo número de encuentros.