"Es la primera vez en mi carrera que tengo una lesión así. Entonces, estoy aprendiendo también en cuanto a recuperación, trabajo... Estoy tranquilo. Pensaba volver a mi máximo nivel en un par de semanas, pero hay una diferencia entre lo que quiero yo y la realidad. Debo tener paciencia, aunque estoy trabajando mucho con el cuerpo técnico y los médicos; sigo en el buen camino. A nivel físico, a veces, quieres hacer algo, pero el cuerpo no te va a dar la movilidad que tú quieras y te va a costar para volver a tu nivel. Tienes que hacer más cosas que antes, trabajar más que antes, y, por eso, te digo que estoy aprendiendo también. Pero está bien, ahora me siento mejor cada semana, cada día. Debo seguir y nunca abandonar. Cuando quieres, por ejemplo, acelerar o ir fuerte, lo voy a hacer, pero voy a pensar antes. Eso te da un poquito de depresión, de miedo, pero eso me lo voy a quitar con el tiempo", apuntaba Cédric Bakambu hace mes y medio en su entrevista con ESTADIO Deportivo.
Destilaban autocrítica las declaraciones del congoleño, que solamente lleva dos goles (uno en la goleada al CD Gévora en la Copa del Rey y el del triunfo en Moldavia ante el Petrocub Hincesti) y una asistencia (al 'Chimy' Ávila en Mestalla) en 18 apariciones con el Real Betis esta temporada. Unos parcos números que, unidos al gran desembolso que realizaron los heliopolitanos hace ahora casi un año para traerlo desde el Galatasaray (en torno a cinco millones de euros, aunque los turcos hablaban del doble), alimentan la posibilidad de una salida invernal para buscar un recambio en punta. Es rigurosamente cierto que, dado el bajo nivel general de los atacantes, las prioridades en el inminente mercado de enero han pasado del pivote a la delantera, siempre priorizando el adiós (de los descartes y de aquéllos menos utilizados que puedan generar una plusvalía) a las bienvenidas.
Este periódico ha querido consultar al entorno más directo de Bakambu, asesorado desde su misma llegada en enero de 2024 por la agencia Promoesport Andalucía, ahora parte ya de AS1, constatando que no hay movimientos todavía que hagan pensar en un próximo cambio de aires del artillero nacido en la localidad francesa de Ivry-sur-Seine hace 33 años. Aunque en la planta noble del Benito Villamarín estén peinando el mercado en busca de alternativas a Vitor Roque y el internacional congoleño, lo cierto es que no existen propuestas que hagan al ex del Villarreal CF plantearse cortar un curso y medio antes su vinculación con la institución de La Palmera, que tampoco ha comunicado al '11' que no cuente con él. En su descargo, aquella lesión a nivel proximal del tendón del músculo recto anterior derecho durante el último derbi de la 23/24, que le tuvo casi cinco meses en el dique seco y que minó su confianza cuando mejor estaba.
La Copa de África afectó a su pretemporada y tuvo que acelerar procesos, lo que ha tratado de compensar el protagonista, ahora en París de vacaciones navideñas, con un profesional de su confianza que le está ayudando a recuperar el ritmo idóneo, sobre todo en aspectos perdidos como la coordinación oculo-pédica y la capacidad de reacción en espacios cortos. Gran profesional y muy involucrado en el vestuario, como destacan sus compañeros en público y en privado, su intención es quedarse para revertir la situación, incluso aunque llegara más competencia arriba, si bien es pronto para dar por zanjada la cuestión que le afecta. Conforme avance enero, todo podría cambiar.