Este lunes se abre de manera oficial el mercado de fichajes. Arranca un periodo que durará dos meses y en el que las idas y venidas de jugadores será constante. Uno de los equipos que tiene más trabajo encima de la mesa en las próximas semanas es el FC Barcelona. El club catalán se enfrenta a un nuevo desafío marcado por las limitaciones económicas y las dificultades para poder fichar e inscribir a algunos jugadores. En este sentido, dos casos sobresalen por encima del resto. Se trata de Iñigo Martínez y Vitor Roque. Ambos futbolistas deben ser reinscritos en LaLiga, y su futuro en el club catalán está en el aire.
Iñigo Martínez, quien llegó al Barça hace justo un año y tiene contrato con el conjunto culé hasta junio 2025, se encuentra en una situación delicada. El salario del ex del Athletic es alto, lo que complica su inscripción para la temporada 2024-25. A pesar de su experiencia y solidez defensiva, el club prioriza a Eric García debido a su menor coste salarial, mayor juventud y polivalencia en el campo, lo que le ayudaría a reducir su límite salarial. Las próximas semanas serán cruciales para determinar si el central vasco continuará en el equipo o si el Barcelona optará por otras alternativas más viables económicamente, como la de Eric García.
Por otro lado, el caso de Vitor Roque es también peliagudo. Estaba previsto que el brasileño llegara a Barcelona este mismo verano, pero la lesión de larga duración de Gavi, quien se perdió buena parte de la última temporada, cambió los planes. La entidad culé decidió aprovechar la baja del centrocampista para fichar a Vitor Roque en el mercado de invierno. Sin embargo, su inscripción fue provisional y expiró recientemente, dejando al delantero carioca en una situación de incertidumbre total.
A partir de ahora, Vitor Roque debe ser considerado como un nuevo fichaje, lo que implica un gasto importante en concepto de amortización. El Barça pagó al Athletico Paranaense 30 millones de euros fijos, más otros 30 millones en variables. El contrato del delantero con el Barça se extiende hasta 2031, pero su inscripción definitiva depende de la capacidad del club para solucionar sus problemas económicos.
Con restricciones en el límite salarial y la necesidad de equilibrar las cuentas, la decisión que se adopte sobre Martínez y Roque no solo afectará al equipo en el campo, sino que también tendrá consecuencias importantes para la gestión del club. El mercado de fichajes echa a andar de manera oficial y el Barça debe encontrar soluciones creativas para asegurar la participación de estos jugadores y poder fichar sin comprometer su estabilidad económica del club.