Juan Sierra4 min lecturaEl FC Barcelona sigue buscando la manera de reforzarse en el mercado invernal de fichajes, a pesar de que el club está atado de pies y manos al tener el límite salarial excedido. Xavi Hernández ya ha recibido una de sus dos peticiones para enero. Vitor Roque llegó para darle competencia a Robert Lewandowski en la delantera y le falta el ancla, ese perfil de mediocentro defensivo puro destinado a dar el equilibrio que le falta al conjunto culé. Para ese rol, sin ser un pivote al uso, suena con fuerza Aleix García, del Girona FC; pero antes de poder reforzar esa parcela la entidad culé debe dar salida a Oriol Romeu, que llegó el pasado verano del mismo equipo vecino y que no cumplido con las expectactivas, desapareciendo por completo del once tipo. En este particular contexto ha aparecido Jose Mourinho, un enemigo íntimo del barcelonismo que ha ofrecido su ayuda.
Según anuncia este martes el diario italiano La Reppublica, la AS Roma está buscando una salida invernal para Renato Sanches, firme objetivo del Besiktas turco, y ha pensado en el mediocentro del Barça para suplir la vacante que dejará el internacional portugués. Ni que decir tiene que la noticia ha sido acogida con entusiasmo por los dirigentes culés, que ven el cielo abierto ante la opción de recaudar ingresos por un jugador que no cuenta para Xavi y poder reinvertirlo en otra de sus peticiones más insistentes.
Cabe recordar que Oriol Romeu y Mourinho ya coincidieron en la etapa de ambos en el Chelsea FC, gancho que el siempre controvertido técnico intentará aprovechar a su favor. Eso sí, la mencionada información descarta la vía del traspaso y asegura que sólo sería viable con una cesión con opción de compra, algo que, según Mundo Deportivo, siguen viendo con agrado desde la Ciudad Condal.
Oriol Romeu, de 32 años y con contrato hasta 2026, se formó en las canteras del CF Ulldecona y el RCD Espanyol antes de llegar a La Masia, donde estuvo entre 2004 y 2009, cuando dio el salto al primer filial y debutó con el primer equipo. En 2022 se marchó al Chelsea por 4,6 millones de euros; pasó por Valencia y Stuttgart como cedido y en 2015 fue fichado por el Southampton por 7 kilos. Tras siete años en los 'Saints', volvió a LaLiga de la mano del Girona FC, que le fichó en 2022 por 5,5 millones y le vendió un año después al Barça por 3,4 más variables que difícilmente podrá cumplir.
Preguntado en una tertulia de la Cadena Ser, el padre de Borjan Krkic -miembro de la secretaría técnica del Barça- aseguró que la directiva de Joan Laporta tiene entre ceja y ceja reforzar el centro del campo y apuesta a que lo va a intentar de todas las maneras posibles. En este sentido, reveló que en su día descartó a un jovencísimo Aurelien Tchouaméni que despuntaba en el Sochaux porque no le veía nivel para vestir de azulgrana y asentía cuando Bruno Alemany nombraba algunas de las opciones que los catalanes tienen apuntadas en su agenda para enero: Verrati, Ngolo Kanté, Pierre-Emile Højbjerg, Federico Redondo o Amadou Onana.