"'Mena', que eres un puto 'mena' de mierda"; "Puto moro", "Moro cabrón"; "Vete a vender pañuelos a los semáforos"; "Puto negro"... Estos son sólo algunos de los bochornosos insultos xenófobos que Lamine Yamal tuvo que escuchar por parte de un sector de la afición del Real Madrid durante El Clásico en el que el FC Barcelona arrolló a los blancos en el Santiago Bernabéu. No fue el único, pues también se llevaron lo suyo otros futbolistas azulgranas como Raphinha o Alejandro Balde, pero es aún más grave el caso del extremo internacional al tratarse de un menor de edad que sólo cuenta con 17 años. LaLiga no ha tardado en tomar cartas en este desagradable asunto y amenaza con emprender duras consecuencias individuales para los autores de los ataques, pero también para la entidad merengue.
El comportamiento de las víctimas de estos enésimos incidentes racistas que manchan el fútbol español fue intachable. A lo suyo, más allá del breve baile en la celebración de uno de los cuatro goles visitantes. Los insultos fueron constantes, pero no tuvieron ni una sola palabra hacia sus agresores. Ni una provocación (ni previa ni posterior) a los ataques. A lo sumo, una sonrisilla irónica de Lamine Yamal y Raphinha, cuando procedían a sacar un córner ya con 0-4 en el marcador y con el juez de línea mirando sin decir nada ni activar protocolos, fue el único gesto hacia esos descerebrados que no quieren darse cuenta de que no tienen cabida en esta sociedad ni tampoco en este deporte.
De recordarles eso mismo se ha encargado este mismo domingo el propio Real Madrid, que ha emitido un avergonzado comunicado en el que condena de manera enérgica los vergonzosos incidentes y anuncia que ha puesto las númerosas cámaras de su estadio a disposición de las autoridades competentes y ha abierto con urgencia una investigación "a fin de localizar e identificar a los autores de estos lamentables y deleznables insultos", para poder adoptar las "medidas disciplinarias" pero también "medidas judiciales". No cabe otra en estos casos y menos de un club que supuestamente ha enarbolado la bandera de la lucha contra el racismo por los episodios que ha sufrido Vinícius Junior y que tiene en su plantilla a numerosos futbolistas de piel negra.
Apenas unos minutos después del escrito del Real Madrid, LaLiga también han difundido un comunicado en el que asegura que denunciará las "intolerables conductas racistas" contra el futbolista del FC Barcelona Lamine Yamal por parte de algunos aficionados presentes en el Santiago Bernabéu en El Clásico: "Ante los hechos ocurridos durante el transcurso del partido Real Madrid-FC Barcelona, en el que se observaron intolerables conductas racistas, LaLiga denunciará de forma inmediata los insultos y gestos racistas recibidos por los jugadores del FC Barcelona ante la Sección de Odio de la Brigada de Información de la Policía Nacional, informando de ello al Excelentísimo Fiscal de Sala Coordinador de la Unidad de Delitos de Odio y Discriminación de la Fiscalía General del Estado".
Además, la patronal dirigida por Javier Tebas condenó "enérgicamente" estos hechos. "LaLiga continúa firme en su compromiso de erradicar cualquier tipo de conducta racista y de odio dentro y fuera de los estadios. En el deporte no hay lugar para esta lacra", añadió. Cabe recordar que, al margen de la denuncia a la Policía Nacional y la Fiscalía, cabe esperar el informe de los observadores que el ente nacional manda a todos los campos y que recogen cualquier cántico o comportamiento ofensivo que tengan lugar en las gradas para remitirlo a la Comisión Antiviolencia del CSD, para que estudie el caso y proponga al Comité de Competición de la RFEF la imposición de multas económicas y de sanciones deportivas que pueden llegar hasta el cierre parcial o total de un estadio.