La temporada de Iñigo Martínez no está siendo la mejor. La polémica salida del Athletic Club rumbo a la ciudad condal, las lesiones que ha sufrido durante la temporada y la irrupción de Pau Cubarsí, desplazándole del grupo de jugadores importantes de Xavi Hernández, ya eran motivos suficientes para que el central de Ondárroa estuviera descontento. La adaptación al Fútbol Club Barcelona era una obviedad que iba a ser difícil. Llegar a un equipo que se había mostrado tan contundente en su área, habiendo recibido tan pocos goles el curso anterior y con una defensa que se había consolidado de la mano de su entrenador, no era el escenario ideal. Aún así, el central quería probar suerte y demostrar que era capaz de hacerse un hueco en el esquema del técnico de Terrassa.
Pero no lo ha conseguido de manera regular. Durante varios picos de la temporada, donde consiguió enlazar varios partidos y además cumpliendo a gran nivel, la situación ha dado un giro completo. La lesión que sufrió en la Copa del Rey ante el Babastro, concretamente en el bíceps femoral, lo mantuvo alejado de los terrenos de juego cerca de un mes. En ese tiempo, se gestó la irrupción de un jugador de 17 años, Pau Cubarsí, que se ha ganado toda la confianza del entrenador. Una vez recuperado de su lesión, ha intercalado partidos completos con suplencias, sin mantener una regularidad que favorezca su juego, dejándolo sin poder competir como estaba acostumbrado en sus anteriores equipos.
Ante el Granada, en la ida de la eliminatoria ante el Nápoles, Mallorca y Las Palmas, ha jugado los 90 minutos. Pero, durante las últimas semanas, a causa de las dificultades económicas del club y la posibilidad que hay ahora con los jugadores del filial, se ha rumoreado que el Barça pretende ayudar a Iñigo Martínez en la búsqueda de un nuevo club, tan solo un año después de llegar. Por lo tanto, a la situación de incertidumbre que está rodeando al jugador, se le han sumado los desafortunados comentarios de varios aficionados, profiriendo insultos al futbolista, lo que ha terminado por cansarlo. Durante el día de hoy, varios aficionados han estado presentes en la salida del futbolista de la ciudad deportiva. Ha sido en ese momento, cuando uno de ellos le ha llamado "tonto", que se ha bajado del coche para buscar al presunto culpable. El ambiente que se ha creado, con un Iñigo Martínez tremendamente enfadado y disgustado por el comportamiento de la persona, le ha avisado de que era la última vez "que le llamaba tonto", una acusación que iba dirigida también al compañero que supuestamente ha tenido la misma actitud.