Rodrigo Riquelme está siendo una de las grandes sensaciones en LaLiga EA Sports este año. Muchos dudaron este verano si habría alcanzado ya la madurez necesaria para triunfar en un grande y el jugador colchonero está callando todas esas bocas a base de minutos sobre el césped. Se está convirtiendo, poco a poco, en uno de los fijos para Simeone. Por su verticalidad, su descaro en el uno contra uno y también por su trabajo en labores defensivas.
Por el momento, lleva cinco titularidades y nueve encuentros disputados en el torneo liguero, en los que ha firmado dos goles y ha dado una asistencia. Pero su crecimiento va a tal ritmo que esta semana se ha estrenado en una convocatoria con la absoluta. Y el jugador rojiblanco vive con ilusión su primera concentración con la selección que dirige Luis de la Fuente.
Así, en una entrevista en Radio Marca, ha descrito cuáles han sido sus primeras sensaciones con 'La Roja' y ha repasado cómo está viviendo su regreso al Atlético de Madrid tras su cesión en el Girona el curso pasado.
"Me enteré de la convocatoria con la absoluta porque el doctor Celada se asomó al gimnasio, me guiñó el ojo y me sonrió. Se lo dije a Morata y me abrazó. Probablemente sea la mejor semana de mi vida", ha subrayado el centrocampista.
En cuanto a sus compañeros en el ataque atlético, reconoce estar impresionado tanto por la calidad técnica como por la humana: "Jugar con Grizi (Griezmann) es muy fácil, lo hace todo bien y disfruto viéndole. No creo que Bellingham sea mejor que él, Griezmann es más completo y ahora mismo pondría la mano en el fuego por él. Y sobre Morata, ojalá todo el mundo tuviera la suerte de estar con él, es la persona con la mayor humildad que he visto".
Sin embargo, hay algo que Riquelme tiene muy guardado en su memoria durante su trayectoria en el club madrileño y que está tratando de olvidar con este dulce momento que atraviesa: "El día que debuté fue una auténtica pasada porque venía de un momento complicado. El año de Juvenil me senté en el salón con mi padre y le dije que no quería seguir jugando porque no me seguía divirtiendo y justo al día siguiente me mandó un mensaje Pedro Pablo, el delegado del Atleti para decirme que querían que hiciera la pretemporada con el primer equipo. En el año de Juvenil hubo ciertas personas que me trataron muy mal".