Después de vivir tres semanas idílicas, con cuatro victorias y dos empates en seis partidos oficiales, el Athletic Club llega al segudo parón liguero de la temporada con gesto torcido por culpa de la excesiva combinación de castigos que sufrió en la derrota por 2-1 ante el Girona FC. Del partido de Montilivi se recordará, sobre todo, los tres penaltis que Paulo Gazzaniga detuvo a tres lanzadores distintos (Álex Berenguer, Iñaki Williams y Ander Herrera), pero además de lamentar el "disparate" de partido sin perder la confianza en sus jugadores, Ernesto Valverde también analizó las otras tres grandes noticias del duelo en tierras catalanas: la expulsión de Aitor Paredes, a quien el 'Txingurri' tiró de las orejas por su irresponsabilidad de protestar teniendo ya una amarilla; la lesión de Ohian Sancet, que pidió el cambio nada más marcar su quinto gol en nueve partidos de esta 24/25; y la enésima reivindicación de Álex Padilla como portero de garantías a la sombra del convaleciente Unai Simón y del sancionado Julen Agirrezabala.
A la espera de ver cómo evolucionan los lesionados, entre los que se encuentra una vez más Yeray Álvarez con una lesión en el bíceps femoral, y en qué estado regresan los internacionales, como Dani Vivian (o el tocado Nico Willliams), a la vuelta del parón Valverde no podrá contar con Aitor Paredes en el duelo en San Mamés ante el RCD Espanyol del día 19 de octubre, lo que le deja cruzando los dedos por el defensor español y con Unai Núñez como único central sano. Paredes cometió el discutido penalti que le costó la derrota al Athletic en el postrero minuto 99' por un agarrón sobre Krejci. "Se despreocupa del balón y le está agarrando de manera persistente", se escucha en el audio del VAR sobre el penalti que decantó el alocado encuentro y por el que el zaguero bilbaíno vio una cartulina amarilla.
Hasta ahí, son cosas que pasan. Gajes del oficio. Más que enfadado por el innecesario agarrón en el noveno minuto del tiempo añadido y con 1-1 en el marcador de Montilivi, lo que más ha molestado al entrenador del conjunto vizcaíno fue la protesta posterior que hizo que el árbitro grancanario Pulido Santana (muy desafortunado en su actuación) le mostrase una segunda amonestación a los pocos segundos de enseñar la primera. Si el penalti era evitable, la expulsión se antoja aún más innecesaria. "La segunda tarjeta ha sido por protestar. Los árbitros están muy pendientes de que se dirijan a ellos solo los capitanes. Se habrá dirigido al árbitro y vio la segunda. Creo que era evitable", indicó Valverde, regañando de manera pública a su pupilo.
"Alex Padilla está siendo una garantía para nosotros cuando está jugando. Estamos encantados con él porque está respondiendo ante una prueba complicada. Que vayan pasando partidos y vaya respondiendo, cada vez en pruebas más difíciles, hace que estamos encantados con él. Es una alegría", señaló Valverde sobre el mejor del Athletic Club en tierras gerundeses. El meta de Zarautz, convocado en esta ventana por la sub 23 de México, firmó tres paradones de extraordinario mérito ante Danjuma, Yangel Herrera y Stuani, a quien estuvo a punto de pararle el penalti del definitivo 2-1. El joven cancerbero fue la mejor noticia del aciago choque.
"Bueno. Ha comentado que no le había parecido demasiado, que ha notado algo en esa jugada, en la jugada del gol y vamos a ver mañana. Lo valorarán un poco más y en quince días tenemos partido, a ver si puede recuperarse en estos días si no es demasiado. Es un poco la sensación de perderle porque estaba jugando muy bien. Pero bueno, el otro día jugó los noventa y este es el precio que hay que pagar muchas veces por tener otra competición, que los jugadores, los esfuerzos... Parece que no hay nada, que está bien para jugar... pero luego el cansancio está ahí. Vamos a ver. Él también se conoce y esperamos que no sea demasiado", explicó sobre la lesión del '8', confiando en que parase antes de agravar la dolencia. Hoy será sometido a pruebas médicas para revelar el alcance exacto.
La sorpresa del once de Valverde fue la titularidad de Adama Boiro en lugar de Yuri Berchiche. El joven lateral izquierdo sufrió mucho con el tándem formado por Yáser Asprilla y Arnau Martínez, pero el entrenador del Athletic Club se mostró satisfecho con su papel en los 78 minutos que estuvo sobre el césped: "Sí, ha estado muy bien y yo sabía que esta iba a ser una prueba muy dura. Da igual el jugador de banda que le pusiera el Girona porque son todos buenos. Creo que ha respondido. Adama, como otros que han subido, son chavales jóvenes que se tienen que ir curtiendo y coger experiencia con el tiempo. Le he cambiado porque nos hacía falta un poco de experiencia y quería hacer el cambio de Beñat Prados y gastar el último cambio. Le veía un poco fundido en las situaciones de uno contra uno a las que le estaba sometiendo el Girona".