Es mucho más que un entrenador. Unai Emery no sólo se dedica a pulir, también construye. Y el material que ha elegido es importado desde España. Desde que aceptó el cargo de general manager del Aston Villa, el de Hondarribia está haciendo una selección de LaLiga. Nada más llegar se llevó a Diego Carlos (Sevilla FC), a los pocos meses se hizo en pleno mes de enero con Álex Moreno (Real Betis) y para acelerar ese proceso de construcción, no sólo reclutó futbolistas, también se llevó al mejor arquitecto, Ramón Rodríguez Verdejo 'Monchi', aprovechando su tensa salida del Sevilla FC y reeditando el tándem que le dio tres trofeos seguidos de la Europa League a los nervionenses, aunque ahora con él de jefe. En su primer verano juntos en Birmingham, llegaron otros dos jugadores del campeonato español, Pau Torres (Villarreal CF) y Clément Lenglet (FC Barcelona). Desde su llegada al club inglés, el pasado mercado de enero fue la primera ventana en la que no pescan en España, pero ese paréntesis se acaba este verano y el nuevo elegido es Nico Williams. En el último cónclave en las oficinas del Villa Park, el joven extremo internacional del Athletic Club fue uno de los principales puntos del orden del día.
Emery ha sido noticia en las últimas semanas por un fuerte interés del Bayern FC en llevarle a Múnich como sustituto de Thomas Tuchel y darle plenos poderes para armar un proyecto ganador. Sin embargo, el Aston Villa reaccionó acelerando las negociaciones para su renovación y entregó casi un cheque en blanco para que el vasco firmase hasta 2027. Se ha ganado con creces pedir y su petición expresa es el fichaje de Nico Williams, un futbolista por el que ya insistió hace un año, cuando llegó a ofrecer un sueldo de siete millones de euros al año al pequeño de los dos hermanos del Athletic, apartando los 50 millones de euros de su cláusula de rescisión para no tener ni que negociar con el club bilbaíno.
Unai Emery le llamó dos veces por teléfono, Nico dijo 'No' en ambas, acabó renovando hasta 2027 y Monchi destinó esa partida económica a contratar a los extremos Moussa Diaby (Bayer Leverkusen) por 55 kilos, al joven Morgan Rogers (Middlesbrough) por 9,5 millones y cerró la cesión de Nicolò Zaniolo (Galatasaray) por 5 millones. Este verano, volverán a la carga a por Nico. El Aston Villa tiene confianza ciega en la dupla formada por el míster guipuzcoano y Monchi. No pararán de darle músculo económico, más que nada porque ahí están los resultados.
Cuando el técnico llegó, los 'Villanos' no se metían en competición continental desde 2010. En su primer curso, acabó séptimo y se metió en la UEFA Europa Conference League, competición en la que además se ha clasificado para jugar las semifinales y sueña con volver a levantar un título, algo que no celebran en Birmingham desde hace más de 40 años. Por si fuera poco, en su segundo curso en la Premier League, el equipo está cuarto, peleando codo a codo con el Tottenham Hotspur por una plaza en la Champions League y con billete para la Europa League garantizado virtualmente al sacarle ya 13 puntos al Manchester United (séptimo) a falta de sólo 15.
Por todo ello, si han elegido a Nico Williams como refuerzo estratégico para este posible desembarco en la Champions, el Aston Villa va a hacer todo lo que esté en su mano y más por complacer a su general manager. Como hace un año, la última palabra la va a tener el joven león, quien además lleva tiempo en la agenda de poderosos clubes de Inglaterra. Hasta el momento, el que más decidido parecía era el Chelsea FC, pero Arsenal FC y Tottenham Hotspur también tienen apuntado y remarcado en sus agendas el nombre del extremo bilbaíno, que esta temporada suma seis goles y 14 asistencias con un Athletic que ha ganado la Copa del Rey y también lucha por la Champions con la Europa League ya asegurada después de siete años de ausencia en el Viejo Continente. Además, jugará seguro la Eurocopa de 2024 en Alemania e incluso tiene opciones de 'doblete' en los Juegos Olímpicos de París.
"Estar aquí es un sueño: del barrio hasta grandes historias como ésta", dijo el menor de los hermanos Williams recordando la casi cinematográfica historia vital de su familia, a pie de campo, sólo unos minutos después de ganar la Copa del Rey y ser elegido MVP de la final. "Siempre he sido el hermano de Iñaki y ahora me estoy haciendo un nombre", se felicitó luego, al pasar también por sala de prensa del estadio de La Cartuja de Sevilla. Tras celebrar el título sobre el terreno de juego, Nico dijo que estaba ya "con ganas de volver a Bilbao para celebrarlo" y aseguró que en el Athletic le "quedan muchos años". "He llorado. Esta afición se merece todo y más", añadió reafirmando su arraigo por este club e insistiendo en su firme deseo de quedarse.