Justo en el ecuador de la clasificación es donde se ha quedado el
Coria de
‘Cachola’ tras el parón por el coronavirus y el veredicto que la
RFEF le ha dado a la competición regular. Un
décimo puesto con 42 puntos que le tenía lejos de la cabeza, pero que sí le mantenía a una buena distancia del descenso, siendo este el principal objetivo marcado a principios de temporada: una permanencia tranquila.
Meta que él reconoce, pero que por su ambición natural, no aceptaba como único deseo para esta temporada: “Coria es un club y un pueblo diferente y con mucha historia del balompié. Se respira fútbol por todos lados. Me agrada la presión de esa gran masa social que tenemos. Ni con 4-0 o 4-2 como en las primeras jornadas la gente está del todo contenta. Como yo soy igual de exigente, lo llevé bien”, comienza diciendo. Y es que en un abrir y cerrar de ojos, el fútbol se puede tornar en tu contra.
A pesar del gran arranque, entre octubre y noviembre, el conjunto ribereño solo consiguió una victoria (Lebrijana) en 13 partidos. Cifras que le hicieron bajar puestos, pero que no generaron dudas ni en el cuerpo técnico, ni en la plantilla, ni en el seno de la propia entidad. “Siempre me sentí respaldado. Estábamos trabajando bien. Intentamos cambiar cosas, variantes tácticas, la motivación, etc., pero la metodología era la misma. Las lesiones también nos afectaron a la hora de conformar un bloque. Pero la clave es la dinámica. Cuando entras en una mala, los detalles en contra acaban marcando la diferencia”, apunta.
Relevancia de la canteraUna de las principales características del Coria de Cachola ha sido la gran afluencia de canteranos en su plantel. No como fondo de armario, sino como pilares importantes en sus onces a lo largo del año para conformar dicho bloque. El ejemplo más claro es el del cadete Joselito. A sus 16 años, se ha erigido de promesa a realidad, siendo titular en la mayoría de encuentros. “No solo Joselito, que se lo ganó por su trabajo. Diego, si no se hubiera lesionado, habría jugado mucho más, Maqueda en la portería, Mon, Sergio... no miro el carnet. Me gusta apostar por la gente con ganas”, declara.
El equipo, a raíz de la victoria al Arcos, se rehizo y enlazó diez choques sin conocer la derrota, con triunfos de renombre como ante el Xerez Deportivo o en casa del Antoniano, contiendas que le devolvieron a la zona tranquila de la tabla. Los últimos tres pinchazos le cortaron las alas, aunque el técnico coriano no esconde su ganas de haber intentado pelear por algo importante si el campeonato doméstico hubiese continuado: “El parón es obligado porque la salud es lo más importante, pero en cuanto a la decisión de dar por finalizada la liga... se debe respetar aunque no la comparta. No estoy de acuerdo ni con que no haya descensos ni con que jueguen el ‘play off’ exprés los equipos designados. No se está valorando el trabajo de todos y se premia solo a algunos con un calendario distinto. Es una pena, porque si se hubiera reanudado, habríamos hecho mucho más. En caso de que no se pudiera, lo más justo para todos habría sido dar el año por nulo, que el reglamento especifica que se puede. Pero los intereses económicos de arriba son los que mandan. Al final, bajará el nivel con tantos grupos, equipos y jugadores, y nuestro fútbol será el verdadero perjudicado”, concluye Juan Antonio.