El parón de las
competiciones futbolísticas cumple hoy un mes, justo un día después de que
Pedro Sánchez, presidente del
Gobierno, anunciara ayer que volverá a pedir otra prórroga del estado de alarma cuando se acabe la que corresponde hasta el 26 de abril.
Como desde el inicio de esta situación, manda el coronavirus, y de su evolución dependerá cómo será la desescalada social y la vuelta a la normalidad laboral, siendo el último aspecto a abordar y a recuperar el ocio, en el que se encuentra el fútbol.
A nadie se le escapa que la cuestión prioritaria es la salud. Sin embargo, la obligación de los responsables futbolísticos en todos sus estamentos y en todos sus niveles es la de tratar la posible vuelta de las ligas, aspecto este que parece el único claro en este galimatías.
La
UEFA despejó su calendario internacional en junio para hacer sitio a los campeonatos domésticos, ya que la prioridad es que las ligas finalicen, aunque cada una tendrá que decidir al respecto. Y en
España, la
RFEF ha dicho que hay que acabar, postura a la que se agarra la
RFAF.
Así, un mes después del parón futbolístico, ésta parece ser la única incógnita despejada. Otra, a raíz del citado anuncio de Pedro Sánchez, es que habrá estado de alarma hasta el 10 de mayo. Luego, de no haber una nueva prórroga (en China han alcanzado los 76 días de aislamiento), y siempre en teoría, habría una vuelta paulatina a la normalidad, recordando que sea la categoría que sea, los equipos necesitarían de un tiempo de preparación, es decir, una minipretemporada.
Ya lo declaró Álvaro Moya, presidente de
Los Barrios, hace varias semanas, apuntando a junio como la fecha que se baraja para el regreso. No es una postura oficial porque en esta situación mandan las autoridades sanitarias, pero la horquilla de calendario que está encima de la mesa es de junio a mediados de agosto. Esto no quiere decir que todas las categorías jueguen en esas fechas, ya que no en todas las divisiones queda el mismo número de jornadas. En cuanto a los intereses sevillanos: diez en
Segunda B (Sevilla Atlético); ocho en
Tercera, con la posibilidad de ‘play off’ de ascenso (seis partidos más como máximo); nueve en
División de Honor; ocho en
Primera Andaluza y los ‘play off’ de ascenso (tres partidos más); y nueve en
Segunda y Tercera Andaluza.
Por ello, la Asociación de Futbolistas Españoles (
AFE) ha realizado una consulta esta semana a los capitanes de Tercera para conocer la disponibilidad de los equipos a jugar cada 72 horas, quedando a la espera de conocer las opiniones de los equipos para trasladarla en futuras reuniones con otros estamentos. Otra de las certezas es que la obligación de prolongar el calendario de la 19/20 afectará, sin duda, a la 20/21.
Sin embargo, el punto más polémico para la reanudación de la competición (sin olvidar la prorrogación de los contratos) es la posibilidad de jugar a puerta cerrada, quien ya avanzara estos días
Irene Lozano, presidenta del
CSD, un escenario que el fútbol amateur no entiende, al esgrimir que sus circunstancias son distintas a las de la elite.
Sin público, apenas hay ingresos para acometer las fichas, además de tener que renegociar acuerdos publicitarios y las cuotas de socios. Abogan por soluciones intermedias, ya que se considera contradictorio que se permitan partidos, siendo el fútbol un deporte de contacto, y se prohiba a la vez la entrada de espectadores.