Con el transcurso de las jornadas, la primera vuelta del Grupo I de la División de Honor se convirtió en un monopolio del Castilleja, líder intratable del campeonato que, a pesar de sufrir un pequeño bajón en el inicio de la segunda parte de la competición, aún disfruta de un margen de seis puntos con respecto al segundo clasificado y, lo que es más importante, de un colchón de siete unidades con respecto al tercero, dos menos que a la conclusión de las diecisiete primeras fechas. Así, parece que en lo que respecta al cuadro alixeño ha cambiado poco su idílico panorama en las ocho jornadas de la segunda vuelta que se llevan disputadas.
Tramo en el que dos conjuntos han logrado descolgarse del nutrido pelotón que al final de la primera parte del curso soñaba con un ascenso que, a día de hoy, parece cosa de tres. Apretando al Castilleja, han dado un paso al frente el Cabecense, que ha sumado 18 puntos de 24 para ser segundo con seis unidades de margen con respecto al cuarto, y La Palma, que ha acumulado 19 para ser tercero a uno del cuadro ugiense. A este respecto, conviene recordar que, en el caso de que el Ceuta (que actualmente está fuera del 'play off') no promocionara a Segunda B, el tercer clasificado de División de Honor ascendería a Tercera.
Al final de la primera vuelta, siete equipos tenían opciones reales de ascenso, pues, entre el otrora tercero -el San Roque- y el entonces octavo -el Cartaya- solo había cinco puntos de diferencia, los mismos que existen hoy entre La Palma y el Atlético Onubense, cuarto. Con el filial recreativista; el Chiclana, que, gracias a su serial de 18 unidades de 24, ha pasado de pelear por el descenso a disfrutar en la nobleza; y el Atlético Espeleño aún conservando pequeñas opciones.
Quienes se han desplomado definitivamente son el Tomares y el San Roque. Sin victorias en la segunda vuelta, el cuadro auriazul ha pasado de hospedarse en la segunda plaza con un colchón de cuatro puntos a vivir a diez unidades del ascenso.
Fran Delgado3 min lectura