Dicen que los viejos rockeros nunca mueren, famoso dicho al que bien se puede agarrar Jaime Otón. El actual jugador del San José, a sus 35 años (cumplirá 36 en enero), vive una segunda juventud.
Con pasado en la cantera del Sevilla, el otrora lateral izquierdo sevillano comenzó a subir y bajar la banda, ya en sénior, en el Marchena, punto de partida a una prolífica trayectoria deportiva: Dos Hermanas, con el que ascendió a Tercera; San Roque de Lepe, quedando campeón del G. X de Tercera en su segundo año; Los Palacios; Puerto Real; Coria, donde de la mano de Puma llegaron a la última eliminatoria de ascenso... Luego, por razones personales, tuvo un parón, descolgando las botas, primero en San Juan, y posteriormente, Coria de nuevo, tras ‘rescatarlo’ Puma (ascendiendo a Tercera) y los dos últimos ejercicios en el San José.
“La pasada temporada caí lesionado en pretemporada y no empecé a coger ritmo hasta la jornada 7; luego me volví a lesionar en el tobillo... Este año me encuentro mejor y soy el único que ha jugado todos los minutos (1.170 minutos)”, señala un Jaime Otón que es el jugador más veterano del plantel: “Con diferencia. Tenemos un equipo muy joven. Salvo yo, nadie se acerca a la treintena. Me está viniendo bien porque me contagian sus ganas. Además, me siento útil, respetado por mis compañeros, que me consultan”.
Reconvertido a central (Puma, en su segunda etapa coriana, ya comenzó a emplearlo ahí), es el ‘jefe’ de la zaga y no sólo aporta su experiencia y contundencia atrás, sino que ante el Cartaya logró su segundo gol de la temporada, que además valió un punto: “De vez en cuando, uno se equivoca (bromea)... Marqué ante el Espeleño, pero perdimos. Ahora sí sumamos. Tenemos un equipo más compensado que el pasado año y viendo cómo trabaja el equipo, seguro que los resultados llegarán”.