Betis Deportivo 1-0 Sevilla C: Se impone la efectividad en el derbi

En un césped indigno para la práctica del fútbol, el Betis Deportivo lució su traje más pragmático para, gracias a un solitario gol de Mizzian, doblegar al Sevilla C y, de paso, desnivelar la balanza entre el filial verdiblanco y el segundo nodriza blanquirrojo: ahora, cuatro victorias para los béticos y tres para los sevillistas.

Antes del tanto del melillense, el cuadro de Lolo Rosano mereció mejor suerte, pero perdonó ante un conjunto bético que, a partir de entonces, renunció a su clásico gusto por el balón para protegerse y terminar celebrando un triunfo que mantiene al Betis Deportivo en los puestos de ‘play off’.

De entrada, mejor puesta en escena de un Sevilla C que ya disfrutó de la primera ocasión en el minuto 2, cuando Cristóbal le robó la cartera a un blando Geovanni en la línea de fondo para, tras varios recortes, disparar desviado. Fue el primer aviso de un cuadro blanquirrojo que, durante la primera media hora, merodeó el área verdiblanca con mayor peligro e incluso le discutió el dominio del balón a los anfitriones.

Así, Dani Rebollo tuvo que responder con la manopla a un falta directa de Isaac, quien, quince después (27’), disfrutó de la mejor ocasión del cuadro de Lolo Rosano en el primer acto: en una contra, el ariete lebrijano gana la carrera a Calderón, quien, a pesar de tocar levemente al punta, no impidió que el atacante se plantara ante un Rebollo que se hizo grande.

Una máxima del fútbol dice que quien perdona lo acaba pagando. Dicho y hecho, en la primera aproximación con peligro del Betis Deportivo, se adelantó el cuadro verdiblanco (31’): centro chut de Altamriano desde la derecha que Adrián despejó de forma poco ortodoxa al segundo palo, donde apareció un atento Calderón para poner un balón rematado a gol, con la testa, por Mizzian. El tanto espoleó al filial bético, que, a renglón seguido, estuvo a punto de ampliar su ventaja por medio de una internada de Altamirano, quien se topó con el arquero sevillista.

Tras el paso por los vestuarios, pareció que el Betis Deportivo se iba a hacer con el control del partido ante un Sevilla C aún tocado por la diana verdiblanca. Así, Raúl pidió penalti por una caída ante Pavón y el propio ariete se durmió en un balón de Rodri a la espalada de la zaga que lo dejaba solo en el mano a mano. Fue un espejismo, pues el equipo blanquirrojo, poco a poco, fue metiendo en su área al filial bético. Dani Rebollo, con el pie, salvó a su equipo; mientras que un disparo de Luis Vacas, a diez del final, se marchó rozando el palo. Con los sevillistas volcados, Calderón, en dos contras, perdonó la sentencia.