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'Cala' en
Lebrija es sinónimo de
Antoniano. No en vano,
Paco Cala ha sido el entrenador del último ascenso y
Juan Cala es el responsable de la parcela deportiva y una pieza clave de la entidad. Y a más de 500 kilómetros, otro
Cala, Juan 'hijo' se comerá las uñas viendo el
Antoniano-Lebrijana de mañana: "No creo que pueda ir. En la primera vuelta estuve y lo pasé fatal. Lo veré por televisión, más cómodo en el sofá de mi casa pero sufriendo igual".
El actual jugador del
Getafe lleva en la sangre el
Antoniano. De hecho, recuerda que: "Lo puede decir él. Con 8 o 9 años, yo estaba en el vestuario con
Antonio Gil, actual entrenador del equipo, durante su primera etapa. Nadie salvo yo estaba en las charlas que no fuera el cuerpo técnico y jugadores".
Puede resultar difícil de entender para aquellos que no conozcan la idiosincrasia futbolística lebrijana, pero a pesar de convivir dos conjuntos en una localidad que no llega a 30.000 habitantes, la rivalidad y el sentimiento por el
Antoniano y la
Lebrijana alcanza niveles importantes. "Esto es como si fuera un
Sevilla-Betis en pequeño. Cuando sales de
Lebrija te das cuenta del mérito que tienen los dos equipos de estar en
Tercera en una localidad donde comparten todo", declaró el zaguero, que no esconde que lo pasa muy mal con motivo de estos encuentros: "Estuve en la primera vuelta y lo pasé tan mal que no vi los últimos quince minutos. Soy aficionado acérrimo del
Antoniano y espero que no perdamos. Si no, me llegarán cuarenta 'whatsapp' (señala entre bromas)".
Socio del
Antoniano desde 1992, es el actual socio número 1. Vinculado siempre al club tanto por su faceta como jugador como la familiar,
Cala siente sus colores. "Mi primer equipo es el Antoniano", señaló, recordando sus derbis: "Con once años me fui al
Sevilla, pero en benjamines y alevines sí jugué algunos
Antoniano-Lebrijana, y creo que no perdí. Confío en que el domingo (por mañana) ocurra igual".