Son muchos los pueblos españoles con un encanto especial. La revista National Geographic elabora la lista de los 'Pueblos más bonitos de España', los cuales son muy recomendables de visitar debido a su encanto. Ya sea por su entorno, su arquitectura o su ubicación, se trata de algo que hay que hacer alguna vez en la vida.
Castilla y León es la comunidad autónoma que tiene mayor representación en la citada lista, con hasta 28 pueblos, seis de ellos en la provincia de Burgos. Una de estas villas es la recomendada encarecidamente para visitar este mes de noviembre o antes de que finalice el vigente año 2024.
En la comarca de Las Merindades se encuentra el municipio de Frías, el cual está ubicado al borde de una de las laderas del Cerro de la Muela, lo que le hace tener un paisaje un entorno espectacular. Dicho pueblo deja atónitos a sus visitantes, ya que sus vistas son el abismo del cerro, pero también por la arquitectura que atesora dicha localidad.
Según el propio ayuntamiento, el sector turístico, así como el primario son las principales fuentes de ingresos del pueblo, ya que los turistas llegan atraídos "por su excelente geografía y la bien conservada fortaleza, para orgullo de los fredenses".
En otoño, el comentado entorno es todavía más espectacular, pudiéndose observar el mismo en su mejor momento. Es por eso que ha sido elegido como el destino idóneo para visitar durante el mes de noviembre.
Este municipio burgalés, de tan solo 32 kilómetros cuadrados y una población que ronda los 250 habitantes, tiene su origen en la Edad Media, conservando buena parte de las edificaciones de entonces. Entre todas ellas destaca el Castillo de los Duques de Frías, construido en el siglo XII y ubicado en lo más alto del pueblo, en lo alto de un cerro.
Frías ofrece imágenes parecidas a las que se pueden ver en Cuenca con las famosas casas colgantes. Desde el castillo hasta la iglesia de San Vicente Mártir, los visitantes pueden andar por las callejuelas empedradas y ver sus propias casas colgadas, situadas al borde del cerro.
Visitar Frías no es sólo recomendable por el pueblo en sí mismo, sino también por sus alrededores, donde podemos encontrar el Monasterio de Santa María de Vadillo o un sorprendente puente del siglo XIII sobre el río Ebro.
Dentro del entorno que rodea a Frías hay multitud de actividad, como visitar ermitas góticas o entrar en los laberintos subterráneos del Monumento Natural de Ojo Guareña.