El otoño sin duda ofrece planes inmejorables para disfrutar con la compañía de amigos y familiares por toda Andalucía. Existen diversas opciones en cada rincón de la comunidad autónoma, pero hay algunos que se superan y, además de contar con bellos paisajes naturales, la lista de actividades que ofrecen es aún mayor. En el día de hoy viajamos hasta un sendero muy cerquita de Sevilla, a media hora, donde poder vivir una auténtica aventura natural por las primeras estribaciones de Sierra Morena.
Rodeado por los ríos Rivera de Huelva y Cala, hablamos del Sendero Ruta del Agua de Guillena, un recorrido a pie de 14 kilómetros donde encontrarás una de las zonas de mayor interés ecológico, pudiéndola recorrer únicamente a pie, a caballo, en bicicleta o en vehículos 4x4 autorizados.
El punto de partida se encuentra cerca del parque periurbano El Gergal, en el monte Carambolo, en el Aljarafe, y durante la experiencia disfrutarás de un recorrido lleno de tesoros naturales y sorpresas, donde te toparás con antiguas estaciones de ferrocarril, embalses, aldeas, cortijos, lagos, restos prehistóricos e incluso un palacio, como es el palacio de Parladé una construcción que data del siglo XIX, inspirado en un castillo medieval. Finaliza en los Lagos del Serrano.
Como no puede ser de otra manera, también cuenta con paradas a lo largo del trayecto, zonas de descanso tales como refugios, miradores, merenderos, apeaderos, mesas, bancos, papeleras y señales informativas, además de un restaurante que cuenta con servicios, tienda de recuerdos, zona de barbacoas y acampada libre controlada. Cuenta con todo lo necesario para disfrutar del día.
Pero no solo hay opción de disfrutar del recorrido en sí, también te dan la opción de disfrutar de un gran abanico de actividades al aire libre, como baño, buceo, embarcación pesca, acampada, senderismo, montañismo, cicloturismo, equitación, vuelo en ultraligeros o parapente.
Para añadirle más sabor a la aventura, es posible que durante el camino puedas observar a pocos metros diferentes mamíferos, desde topillos o conejos, pasando por jinetas, zorros, gatos monteses, hasta jabalíes y ciervos.
La flora y la fauna autóctona hacen de este lugar un museo natural en el que quedará fascinado ante la variedad de especies, riqueza de colorido, sonidos y aromas. Entre las especies vegetales destacan las encinas, los quejigos, pinos, chopos, álamos olivos, alcornoques, la salvia, la jara, el romero, o el espliego.