José Antonio Rivero3 min lecturaEl Gran Teatro Falla se convirtió este lunes, 5 de febrero, en el escenario de una lección magistral sobre cómo tomarse el Carnaval. En medio de las semifinales del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (COAC), una sorpresa sin precedentes hizo temblar las tablas del teatro gaditano. Kiko Rivera, conocido como Paquirrín y objeto de burla en numerosas ocasiones durante el Carnaval, decidió dar un paso adelante y plantarse en el escenario para participar en la presentación de la chirigota 'El niño de Isabelita 2'.
El momento fue realmente impactante. Cuando las luces se encendieron en el teatro, todos los ojos se dirigieron al escenario donde, en medio de la chirigota, apareció el verdadero Kiko Rivera, con los brazos en alto y una sonrisa desafiante en el rostro. La sorpresa y la emoción se apoderaron del público en un instante que quedará grabado en la historia del Carnaval gaditano.
Ante la mirada atenta de los espectadores, la chirigota le lanzó una advertencia en tono de humor: "Kiko, mucho cuidao con lo que aquí se habla, que al Gago ayer le quisieron pegar por decir dos pegotes". Sin embargo, la respuesta del propio Kiko Rivera fue contundente: "El que se enfade por el Carnaval es carajote. ¡Viva Cádiz!". Sus palabras fueron recibidas con ovaciones y aplausos por parte del público, que reconoció su valentía y actitud positiva ante las críticas y burlas.
La integración de Kiko Rivera en el Carnaval de Cádiz no fue solo un gesto simbólico, sino también una muestra de apoyo a la chirigota 'El niño de Isabelita 2' y a su mensaje crítico. Amigo del cantante Antoñito Molina, miembro de la agrupación, Kiko Rivera ya había manifestado su respaldo a través de las redes sociales. Su presencia en el escenario del Falla fortaleció el vínculo entre el mundo del espectáculo y el Carnaval, demostrando que la fiesta es capaz de unir a personas de diferentes ámbitos en torno al humor y la crítica constructiva. Todo lo contrario ocurrió este año con el cuarteto del Gago y una copa sobre Joaquín Sánchez, el exfutbolista del Betis, que no sentó nada bien a su familia.
Al término de la actuación, Kiko Rivera se despidió del público con un último baño de masas, recibiendo el cariño y el reconocimiento de todos los presentes en el teatro. Con gestos de agradecimiento y una sonrisa en el rostro, se retiró entre bambalinas, dejando atrás un momento inolvidable que quedará grabado en la memoria de todos los amantes del Carnaval de Cádiz.