Se ha hecho derogar hasta las 23.00 horas, pero finalmente no ha habido sorpresa en las elecciones europeas. Tal y como indicaban los sondeos a las que apuntaba la encuesta de Sigma Dos para RTVE y la FORTA, el PP ha ganado los comicios con el 34,18% de los votos y 22 escaños, dos más que el PSOE, que ha obtenido el 30,19% de los sufragios y por su parte, 20 eurodiputados.
La candidatura encabezada por Dolors Montserrat ha rozado los 6 millones de votos con prácticamente la totalidad de votos escrutados y ha conseguido una victoria superior a los 3 puntos que había marcado el PP como objetivo en su batalla frente a los socialistas.
Los populares, que han sido la fuerza más votada en todas las provincias excepto en País Vasco, Navarra, Cataluña y las Islas Canarias, también ha aumentado su ventaja con el PSOE respecto a las elecciones generales del 23 de julio, cuando se impuso por sólo 1,3 puntos. Los socialistas, además, retroceden desde el 31,7% del 23-J al 30,18% que ha logrado la vicepresidenta Teresa Ribera.
Además, como uno de las noticias que ha dejado estas elecciones es la entrada de Alvise Pérez con el partido 'Se acabó la fiesta', que ha confirmado su entrada con tres escaños. El partido de ultraderecha Vox queda como tercera fuerza y mejora sus resultados de los 4 actuales a 6 asientos. Sumar entra con tres asientos, Podemos baja a dos y Ciudadanos, que llegó a ser la tercera fuerza en 2019, desaparece.
Las fuerzas de ultraderecha marcaron un notable ascenso en las elecciones al Parlamento Europeo, con especial fuerza en Países Bajos, Austria, Alemania y, sobre todo, Francia, donde la lista de Agrupación Nacional barrió a sus rivales y llevó a Emmanuel Macron a convocar elecciones legislativas anticipadas.
El partido de Marine Le Pen, con el joven Jordan Bordella como cabeza de lista, puede obtener, según las estimaciones, el 31,50 % de los votos, más del doble que la coalición liberal del partido de Emmanuel Macron, que se quedaría, de cumplirse las proyecciones, en un 15,20 %, casi en empate técnico con los socialdemócratas (14 %).
Más allá de Francia, el impulso de la extrema derecha se deja también notar en Alemania, por lo que eje franco-alemán que pilotó la Unión Europea desde su fundación dibuja un mapa político desconocido hasta ahora. Los partidos de la coalición de Gobierno que dirige el canciller Olaf Scholz han sufrido una dura derrota, según los sondeos a pie de urna difundidos por los medios locales. El castigo de los electores a socialdemócratas (SPD), Verdes y Liberales (FDP) ha sido además muy humillante.