Matalascañas es una de las playas de la provincia de Huelva más visitadas durante los meses de verano. Sobre todo sevillanos y extremeños acuden a este pueblo onubense para desconectar y disfrutar de su playa y su oferta de ocio.
Mención aparte merecen sus playas. Limítrofe con el Parque Natural de Doña Ana y con 5 kilómetros de longitud, en ella ondean las banderas de los distintivos Q, de calidad turística, y Ecoplayas, que reconoce la sostenibilidad y gestión en lo que a medioambiente se refiere. A todo esto le acompaña una oferta gastronómica más que importante, puesto que la provincia de Huelva concentra materias primas de primerísima calidad, tanto en el mar como en la sierra.
Lugar idílico en la playa, con unas instalaciones de madera divididas en dos espacios, uno bajo para copas y con música en directo y otro alto que es el restaurante. En cuanto a la cocina, es tradicional y con productos de la zona, donde destacan los mariscos y pescados, aunque también son especialistas en varios tipos de arroces. Probablemente no sea el más barato de todos, pero su visita lo merece.
Pese a que su nombre contiene la palabra chiringuito es más un restaurante. Ubicado en el paseo marítimo, tiene cocina andaluza y de calidad.
Disponen de una amplia terraza con vistas a la playa y un gran salón interior. Son especialistas en pescados a la sala, marisco y arroces. En este caso, la relación calidad-precio es sobresaliente.
Un chiringuito de los de siempre. A pie de playa, con comida casero, mesas de plástico y manteles de papel. Todo rematado con postres caseros y precios muy buenos. La elección perfecta si se busca la triple B (bueno, bonito y barato).
También en el paseo marítimo de Matalascañas, se trata de un chiringuito que tiene zona para comer o cenar, zona de copas y hamacas en la playa. Destaca su ambiente más joven y se mezcla la fiesta con la comida.
Cocina española pero con toques más modernos. Desde pescado frito a arroces, pasando por unas croquetas de gambas al ajillo que son su producto estrella.
Local que se ha ganado su fama en la localidad onubense después de muchos años. Al igual que los anteriores, se encuentra en el paseo marítimo y trabaja con productos locales, aunque tiene la peculiaridad de meter toques de la cocina extremeña dentro de platos más bien andaluces.