Paula Badosa fue protagonista en el arranque del Miami Open 2024 por su reaparición tras un mes parada por lesión, por su victoria ante la rumana Simona Halep en el partido del morbo de la primera ronda del cuadro femenino y también, por su derrota ante la bielorrusa Aryna Sabalenka, en el que era el debut de la jugadora del Este después de que se conociera que la que había sido su pareja hasta pocos días antes se había suicidado en la propia Florida.
Ante Sabalenka acabó la aventura de la tenista catalana. No dio tanto que hablar su pareja, Stefanos Tsitsipas, más allá de por vivir una nueva decepción. El ex Top-3 caía en su debut ante Denis Shapovalov y, además, lo hacía de forma contundente. No está siendo un buen año para ambos, que ahora tienen depositadas sus esperanzas en la temporada de tierra batida que arranca la próxima semana.
La jugadora española volverá a las pistas en el WTA de Charleston, de ahí que aún se encuentre preparando este torneo en Estados Unidos. Y que allí le acompañe un Tsitsipas que, no obstante, ha seguido jugando hasta este lunes, cuando fue eliminado del cuadro de dobles del Miami Open, en el que formaba pareja junto al australiano Thanasi Kokkinakis.
El griego, posiblemente, no reaparezca hasta dentro de dos semanas en el Master 1.000 de Montecarlo, con el que arrancaría una temporada de tierra que tiene como metas el Conde de Godó barcelonés, el Mutua Madrid Open y los Internacionales de Roma, aparte de Roland Garros y del mencionado torneo que se disputa en el Principado de Mónaco.
Pero antes se les ha visto cambiando de deporte y de color, y ambos ha sido reclutados por el equipo de moda de la MLS norteamericana: el Inter Miami de Leo Messi, de Luis Suárez y de los españoles Sergi Busquets y Jordi Alba.
Precisamente, Busquets y Alba, aparte de David Beckham, propietario del club, han servido de anfitriones para la pareja hispano-griega, que han visitado las instalaciones del Inter Miami y han posado con las camisetas de color rosa que caracterizan a este conjunto norteamericano.
Badosa se marchó con una camiseta muy especial, con su nombre y el número 97, año de su nacimiento. Mientras que Tsitsipas fue más clásico y apostó por el jugador más mediático del cuadro norteamericano, Leo Messi, con el '10' a la espalda.