El pasado 1 de enero, el noruego Magnus Carlsen y el ruso Ian Nepomniachtchi acordaron compartir el título mundial de ajedrez de partidas rápidas tras haber acordado interrumpir la partida de desempate por el oro, lo que generó un gran revuelo en el mundo del ajedrez.
Magnus Carlsen, vigente campeón de esta modalidad, comenzó la jornada con una derrota ante su archienemigo, el estadounidense Hans Niemann, pero luego lo superó y derrotó también al polaco Jan-Krzystof Duda para meterse en la final.
En el otro lado del cuadro, Ian Nepomniachtchi derrotó al ruso Volodar Murzin y al estadounidense de origen filipino Wesley So en un tenso desempate de semifinales.
En la final, Carlsen estuvo al borde del triunfo tras ponerse 2-0 en una partida al mejor de cuatro, pero Nepomniachtchi protagonizó una gran remontada ganando las dos siguientes partidas para igualar el duelo.
En los posteriores desempates se produjeron tres intensas batallas en las que ninguno de los dos fue capaz de lograr una ventaja decisiva. Fue entonces cuando Carlsen se levantó y sugirió públicamente a su rival repartirse el título. Tras pensárselo un poco, Nepomniachtchi aceptó. Los dos se acercaron al árbitro principal para explicarle su decisión.
"Si hubiéramos continuado, cualquiera de los dos habría ganado por agotamiento, y eso habría sido cruel para los dos", dijo Carlsen.
Días antes de la final, el noruego fue sancionado con 200 dólares de multa por infringir el código de vestimenta, ya que en la segunda jornada acudió vestido con unos pantalones vaqueros. "Les dije que me cambiaría los pantalones mañana, pero me dijeron que tendría que ser ahora (antes de la novena partida) y se convirtió en una cuestión de principios para mí. Soy demasiado mayor para preocuparme demasiado. Si esto es lo que quieren hacer, me iré a algún lugar donde el clima sea un poco más agradable", explicó más tarde Carlsen.
El número uno mundial del ajedrez desde hace una década sí que se puso sus mejores galas este 5 de enero para contraer matrimonio con Ella Victoria Malone.
Carlsen y Malone se casaron en un día soleado y a 7 grados centígrados en la capilla de Holmenkollen de Oslo.
Durante una entrevista el pasado mes de octubre en The Guardian, Carlsen indicó que le gustaría "sentar cabeza y formar una familia; cuando eso ocurra, no viviré a tiempo completo en Noruega (quiere pasar seis meses en España) porque la popularidad me ha hecho perder libertad. No quiero que mi futura esposa y mis hijos tengan también esa presión".