El Cívitas Metropolitano registró para el derbi madrileño entre el Atlético de Madrid y Real Madrid su récord de asistencia, con 70.112 espectadores para presenciar el duelo de la octava jornada de LaLiga EA Sports.
El derbi tuvo un ambiente tranquilo hasta el tanto del Real Madrid marcado por el brasileño Éder Militao, fue entonces cuando ocurrió lo que nunca tenía que ocurrir. El partido fue suspendido diez minutos por el colegiado Mateo Busquets Ferrer por el lanzamiento continuado de objetos al portero belga Thibaut Courtois desde el fondo norte.
Un sector de la afición del Atlético de Madrid la tomó con Courtois, exjugador rojiblanco, cuando el portero se dio la vuelta y se encaró con dicha parte de la grada en el tanto madridista. Después llegó la lluvia de objetos y el belga dio al colegiado Mateo Busquets Ferrer, debutante en el derbi madrileño, uno de los que cayó en su área.
El partido estuvo detenido en un primer momento mientras Courtois retiraba de su área otros objetos lanzados, la mayoría mecheros, fue entonces cuando sonó por megafonía: "Se recuerda a los aficionados que está prohibido el lanzamiento de objetos al terreno de juego". En seguida el belga volvió a dar otro objeto al colegiado, lo que provocó que Busquets Ferrer se dirigiese a la banda y ordenase a los jugadores de ambos equipos encarar el túnel de vestuarios.
La suspensión llegó en el minuto 69, con triunfo provisional del Real Madrid por 0-1 ante el Atlético de Madrid, y tuvo una duración de diez minutos para que se calmen los ánimos.
El capitán Koke Resurrección fue el primero, antes de que se parase el partido, en acudir al Fondo Sur a pedir que remitiese el lanzamiento de objetos, y posteriormente acudieron José María Giménez y el técnico Diego Simeone. "Hay que jugar, hostia", les gritó Koke a los aficionados de dicho sector. Los futbolistas rojiblancos y el entrenador hablaron con varias personas ubicadas en ese fondo, algunos de ellos portando máscaras que le tapaban el rostro, en una imagen propia de otras ligas y otros tiempos que del fútbol actual.
Según el artículo 15 del Código Disciplinario: "Cuando con ocasión de un partido se altere el orden, se menoscabe o ponga en peligro la integridad física de los árbitros/as, jugadores/as, técnicos/as o personas en general, se causen daños materiales o lesiones, se produzca invasión del terreno de juego, se exhiban símbolos o se profieran cánticos o insultos violentos, racistas, xenófobos o intolerantes, o se perturbe notoriamente el normal desarrollo del encuentro, incurrirá en responsabilidad el club organizador del mismo, salvo que acredite el cumplimiento diligente de sus obligaciones y la adopción de las medidas de prevención exigidas por la legislación deportiva para evitar tales hechos o mitigar su gravedad".
"Para determinar la gravedad de los hechos se tendrán en cuenta las circunstancias concurrentes, tales como la producción o no de lesiones; la apreciación de riesgo notorio de haberse podido originar, salvo si para su evitación hubiese mediado la diligencia del organizador/a; la influencia de los incidentes en el normal desarrollo del juego; la existencia o ausencia de antecedentes; el mayor o menor número de personas intervinientes; y, en general, todas las demás que el órgano disciplinario racionalmente pondere, cualificándose, además, de manera específica, como factores determinantes de la gravedad, la actitud pasiva o negligente del club organizador o su falta de presteza para identificar y poner a disposición de la autoridad competente a los/las protagonistas de los incidentes y, en suma, el grado de cumplimiento de las obligaciones legales y reglamentarias que incumben al organizador/a en materia de la prevención de la violencia en las instalaciones deportivas", añade el segundo punto.
Al haber sido interrumpido el encuentro, lo ocurrido se podría considerar como muy grave, por lo que el Atlético se expone al cierre total del estadio y una multa que va de los 6.000 a los 18.000 euros, según el artículo 76.
"Clausura total del recinto deportivo por un período que abarque desde un partido hasta una temporada. Asimismo, cuando el hecho causante se produzca en un solo sector o grada, podrá imponerse, valorando las circunstancias concurrentes y la gravedad de los hechos, la sanción de clausura parcial del recinto deportivo por el mismo periodo de tiempo expresado en el párrafo anterior. Adicionalmente, a lo anterior, la sanción de cierre parcial tendrá que ser concreta y clara", dice dicho artículo.
En el caso de ser considerado como grave, el castigo podría ser la "clausura parcial de las instalaciones deportivas por un partido", así como una "multa en cuantía de hasta 6.000 euros".