El
95 por ciento de los gatos o perros infectados con el SARS-CoV-2 se ha contagiado por estar en contacto con propietarios o cuidadores con covid-19, pero apenas han desarrollado
síntomas de la enfermedad y si lo han hecho ha sido de una forma muy leve.
Es la conclusión a la que han llegado investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, dirigidos por el catedrático de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria,
José Manuel Sánchez Vizcaíno, que han estudiado la presencia de covid-19 en animales de compañía y han comprobado la baja prevalencia de la enfermedad en las mascotas.
Los investigadores realizaron primero un
muestreo a gran escala de las especies contempladas en el proyecto (perros, gatos, hurones y linces) para conocer la prevalencia y la seroprevalencia de la enfermedad en estos animales.
Para ello tomaron muestras de
800 perros, 798 gatos, 91 hurones, 24 linces y 1 visón salvaje, ha informado la Universidad Complutense, y ha precisado que los animales procedían de dos tipos de muestreos: uno selectivo, en el cual se incluyeron los animales que han estado en contacto con personas positivas o con síntomas compatibles, y un muestreo aleatorio, en el cual no existía esa información asociada.
Además, se han llevado a cabo experimentos de infección "in vivo" en gatos, utilizando un aislador que permite regular los ciclos de renovación de aire. En cuanto al muestreo global, los investigadores han detectado
una baja prevalencia de la enfermedad en las mascotas (lo han observado en solo 8 perros, 4 gatos y 6 hurones), y también en el caso de
anticuerpos neutralizantes (que indican una exposición previa a la enfermedad), ya que solo se han detectado en 20 perros y 14 gatos.
Los resultados demuestran que, a pesar del gran número de animales analizados, la prevalencia y la seroprevalencia de la enfermedad es baja en las poblaciones animales estudiadas.
La
Universidad Complutense ha subrayado en una nota de prensa difundida hoy que los análisis han permitido conocer mejor el papel de las mascotas en la epidemiología de la enfermedad, y que los estudios experimentales han demostrado que los gatos son susceptibles a la infección por el virus imitando las vías de infección naturales, o que aplicando condiciones de renovación del aire no se produce transmisión entre gatos infectados y gatos sanos.
Esto sugiere, según los investigadores, que se podría evitar que las mascotas se infectaran aplicando ciertas medidas preventivas, como evitar el contacto con ellos (abrazos, besos, caricias) y manteniendo una adecuada renovación de aire.