Nada más que seis victorias en sus últimos 16 partidos europeos, el triunfo agónico en Milán o el empate con el que sobrevivió ante el Oporto alertan al Atlético de Madrid, que expone en el Wanda Metropolitano sus inquietudes propias y recurrentes en la Liga de Campeones con una contraofensiva frente al Liverpool, el equipo más rematador y goleador de esta edición del torneo y el adversario más visible y temible por la cima del grupo. Sus ocho goles y sus 44 tiros transforman al conjunto inglés en la referencia ofensiva más imponente hasta ahora en las dos primeras citas del máximo torneo continental y agrandan el desafío que le aguarda al Atlético, aún por encontrarse en toda su dimensión, al menos las expectativas que despierta una plantilla tan potente, que necesita armarse en un equipo incontestable y que está pendiente de encajar dos piezas esenciales: Antoine Griezmann y Rodrigo de Paul. Al primero se le espera en el banquillo; al segundo, en el once.
No hay prueba de fuego más concluyente que un partido de tal envergadura, con un rival como el Liverpool, tan ofensivo, tan veloz, con tanto ritmo y con tanto desborde, cuando sus mecanismos funcionan tan ajustados, cuando Mohamed Salah, Firmino y Sadio Mane ponen en un compromiso constante a cada defensa que tienen enfrente. Aunque el Liverpool ya no infunde el miedo de hace año y medio, cuando era aún vigente campeón de Europa y estaba lanzado a por la Premier League, sigue manteniendo el núcleo de entonces y además ha recuperado al mejor Mohamed Salah.
El egipcio es el arma que debe temer todo aficionado del Atlético. Ha vuelto a ser el jugador desequilibrante y decisivo de su primera temporada en el Liverpool, cuando batió el récord de goles de la Premier League. Su última actuación ante el Watford es buena muestra de lo que es capaz. Una asistencia magistral con el exterior a Sadio Mané y un golazo, bailando a la defensa. El segundo en apenas quince días, porque ni Bernardo Silva ni Aymeric Laporte han olvidado aún el meneo que les pegó Salah en Anfield. Su regate es la forma de descongestionar partidos para el Liverpool, que además tiene enchufados a Mané, que llegó este fin de semana a los 100 goles en la Premier, y a Firmino, autor de un 'hat trick' contra el Watford. Jürgen Klopp no tiene bajas destacadas para el partido, sólo las dudas de Thiago Alcántara y Curtis Jones.
El alemán dio descanso a Alisson y Fabinho contra el Watford y les hizo volar directamente a Madrid tras sus compromisos internacionales, para evitar que tuvieran que hacer cuarentena en el Reino Unido. Los dos brasileños estarán disponibles para este martes, tras ejercitarse estos días en la capital española. El liderato de grupo está en juego. Es del equipo de Klopp, reafirmado por sus dos triunfos en dos jornadas en la 'Champions', y lo quiere el Atlético. El conjunto inglés ganó 3-2 al Milán y goleó 1-5 al Oporto; el español venció 1-2 en San Siro e igualó 0-0 con el bloque portugués. La diferencia son los dos puntos que les separan.
Es la más tangible, pero no la única. Si el Atlético ha sufrido cada instante hasta ahora para sumar cada punto, el Liverpool ha sido goleador y resolutivo, hasta el punto de que nadie ha marcado más goles que él en esta edición de la Liga de Campeones, igualado con el Bayern Múnich, ni nadie ha rematado tanto como él: 44 tiros. Son 16 más -frente a los mismos rivales- que el Atlético, que ni entiende ni admite la imposibilidad de ningún objetivo. Menos aún con la plantilla que ha hecho, de la que sólo un futbolista está fuera de acción para el encuentro de este martes: Stefan Savic, que cumplirá el penúltimo de sus cuatro partidos de sanción en Europa.
Ya ha ultimado Simeone su contraofensiva, dentro de la estructura que mejor le rinde ahora, con cinco defensas, con la base de su equipo más reconocible y, previsiblemente, con José María Giménez y Marcos Llorente. Recién recuperados de sendas lesiones musculares, los dos apuntan a la alineación inicial. En el caso del uruguayo como central junto a Felipe Monteiro y Mario Hermoso; en el del madrileño probablemente como carrilero derecho, como ya ejerció en el último duelo contra el Barcelona, al igual que Yannick Carrasco por el lado izquierdo.
La portería es de Jan Oblak, el protagonista de la hazaña -o milagro- memorable que fue la clasificación para los cuartos de final de la Liga de Campeones en 2020 contra el Liverpool, cuando desprendía incluso más voracidad que ahora, pero fue aplacado por casi el mismo equipo rojiblanco actual -si acaso más fuerte en el presente- en el Wanda Metropolitano en la ida y resistido de manera afortunada en la vuelta en Anfield, sostenido por el increíble portero esloveno y revivido por dos goles de Marcos Llorente.
Son dos de las únicas seis victorias (las otras son dos triunfos frente al Salzaburgo, uno ante el Lokomotiv y el de este curso en Milán) en los últimos 16 duelos europeos del Atlético, cuyo medio campo se rearmará para la cita con Geoffrey Kondogbia -si Giménez está en condiciones, si no jugaría de central-, junto a Koke Resurrección, Thomas Lemar y probablemente Rodrigo de Paul, y cuyo ataque será para Joao Félix, bien en solitario o con Luis Suárez.
Desde el 2-0 al Barcelona no ha competido el Atlético. Hace 17 días. El beneficio o el perjuicio de tal situación lo determinará el partido de este martes. También verificará cuál es el momento del equipo, que necesita más de lo que ha demostrado hasta ahora para transformarse en el bloque que prometen sus individualidades.
ALINEACIONES PROBABLES.-
Atlético de Madrid: Oblak; Marcos Llorente, Felipe, Giménez, Mario Hermoso, Carrasco; De Paul, Kondogbia, Koke, Lemar; y Joao Félix.
Liverpool: Alisson; Alexander-Arnold, Matip, Van Dijk, Robertson; Fabinho, Henderson, Keita; Mané, Firmino y Salah.
Árbitro: Daniel Siebert (alemán).
Estadio: Wanda Metropolitano.
Hora y TV: 21:00 (M+Liga de Campeones).