Álvaro Valera: "El deporte es una herramienta de superación muy poderosa"

Con una derecha prodigiosa, el sevillano es el único campeón paralímpico del deporte español en tenis de mesa; lo suyo va más allá de la superación, es histórico

Gracia ÁvilaGracia Ávila 3 min lectura

Álvaro Valera sabe lo que es el sufrimiento, la agonía y la soledad de un deportista. Ahora, con 40 años, compite contra sus rivales, contra su enfermedad y contra la edad, pero con una mochila que rebosa un palmarés envidiable, donde brillan, por encima del resto, seis medallas olímpicas. Entre sus preocupaciones está el “relevo generacional”, una cuestión que ve peligrar y por ello lanza un mensaje, desde la sabiduría, a los que vienen atrás.

“Animaría, con mucha fuerza, a todos los jóvenes, tanto con discapacidad como sin ella; incluso con discapacidad con mucha más fuerza, les diría que se inicien en el mundo del deporte, con independencia de que sea minoritario. Al final el deporte no se tiene que elegir por dinero, el deporte tiene mucho más valor que el dinero”, lanza el sevillano, que lleva más de dos décadas en la cumbre del tenis de mesa mundial.

Para Valera, el deporte “es felicidad y calidad de vida”: “El deporte, cuando te implicas y tomas la decisión de convertirlo en tu modo de vida, te pones una meta y un objetivo, durante ese proceso se superan todas las barreras. Te vas convirtiendo en una versión de ti mismo mucho mejor. Creces como persona y al final disfrutas de todo ese proceso, que no solo te da felicidad, calidad de vida, sino que al final te conviertes una persona mejor y mucho más feliz”.

El sevillano no tiene dudas, “al final el deporte es un vehículo de superación muy poderoso”. “Sin duda, para cualquier persona joven puede ser algo que le cambie la vida para bien”, explica.

Por su experiencia, se pone meta a corto plazo para “mantener la ilusión” y “disfrutar de su profesión”: “Cada oportunidad de representar a España es un regalo. Cuando estoy en la mesa compitiendo, con esa tensión, yo me siento bien, en mi terreno. Cuando miro para atrás, me doy cuenta de que lo mejor es ir sumando día a día”.